Este 4 de abril se celebró en el salón de actos de la 4.ª planta de Cibeles una jornada técnica para presentar un diagnóstico sobre la seguridad de mujeres y niñas en nuestra ciudad. Esta investigación forma parte del proyecto ‘Madrid ciudad segura para mujeres y niñas’, que se enmarca en el programa global de ONU Mujeres ‘Ciudades y espacios públicos seguros para mujeres y niñas’, ya que Madrid es una de las ciudades adheridas a este programa. Además, dicho proyecto está incorporado al Plan Estratégico para la Igualdad de Género de la ciudad de Madrid 2018-2020 del Área de Políticas de Género y Diversidad. La Dirección General de Prevención y Atención frente a la Violencia de Género es la responsable y promotora de este proyecto.
Este diagnóstico preliminar es el punto de partida para iniciar un plan de acción que permita mejorar la seguridad y la percepción subjetiva de la seguridad de las mujeres y las niñas. Partiendo de que Madrid es, comparada con otras ciudades del mundo, una ciudad segura, con una criminalidad baja y mucha vida en las calles, el diagnóstico ha puesto en evidencia que, a través de la socialización, las mujeres aprenden a tener miedo a transitar por determinados espacios o a ciertas horas. Es preciso, por tanto, ampliar su libertad y su movilidad para contribuir a disminuir esta naturalización del miedo y a fortalecer su sensación de seguridad.
Diseño del plan de acción
El grupo transversal, compuesto por personas que trabajan en todas las áreas de gobierno, así como en el Consejo de las Mujeres, será el encargado de diseñar este plan de acción. Las primeras líneas de acción presentadas ayer por el Área de Políticas de Género y Diversidad como guía para la hoja de ruta del proyecto Madrid ciudad segura para mujeres y niñas son: la violencia sexual y acoso callejero, el urbanismo y el transporte y el empoderamiento de mujeres y niñas. Este compromiso requerirá de la producción permanente de conocimiento y de una eficaz coordinación intra y extra municipal de todas las actuaciones.
Como no puede ser de otra manera, todas las políticas que se diseñen e implementen tendrán un enfoque interseccional, es decir, tendrán en cuenta las condiciones que afectan a muchas mujeres y que limitan o impiden aún más el uso y la ocupación del espacio público. Son las mujeres a las que se ha llamado “menos protegidas”: las migrantes, las mujeres sin hogar, las mujeres de otras etnias, las que sufren diversidad funcional, las mujeres trans o las que ejercen la prostitución, lo que exige poner en el centro de cualquier acción política a todas estas mujeres.
El Área de Políticas de Género y Diversidad está muy comprometida en la prevención y atención a las víctimas de la violencia sexual, como demuestran las campañas de sensibilización, los puntos violeta en fiestas de barrio y festivales o el protocolo firmado con una treintena de salas de ocio nocturno para luchar contra la violencia machista en las calles de la ciudad. Pero en esta jornada se ha podido comprobar que se sabe muy poco en cuanto a la seguridad y la percepción de seguridad de niñas y mujeres, y que queda mucho por hacer para conseguir erradicar las violencias machistas y mejorar la vida de las mujeres y las niñas en nuestra ciudad.