La conferencia de lanzamiento del proyecto Europeo Life VEG-GAP, que ha tenido lugar en Bolonia, ha puesto de manifiesto la necesidad del desarrollo de una estrategia que provea información y herramientas para incorporar el papel que juega la vegetación urbana en el diseño de planes de calidad del aire en las ciudades.

La infraestructura verde urbana representa una oportunidad para la mejora de las condiciones ambientales de la ciudades, reduciendo la contaminación atmosférica y mitigando el efecto del incremento de las altas temperaturas que se esperan como consecuencia del Cambio Climático y, en definitiva, mejorando la salud de los ciudadanos, la economía y los aspectos sociales y culturales de la ciudad.

Decenas de personas asistieron a la ponencia en el Aula Magna de la Academia de Bellas Artes de Bolonia
Decenas de personas asistieron a la ponencia en el Aula Magna de la Academia de Bellas Artes de Bolonia

Este ha sido el tema central de la conferencia que se celebró el pasado 27 de febrero en el Aula Magna de la Academia de Bellas Artes en la ciudad de Bolonia, en el marco del proyecto Life VEG-GAP (VEGetation for urban Green Air quality Plans).

Actualmente las ciudades son responsables del 75 % de las emisiones contaminantes a la atmósfera y se estima que para el año 2050 más de 6.000 millones de personas vivirán en áreas urbanas. El uso adecuado de la vegetación en las urbes permite conservar la bidoversidad y evitar la degradación de los ecosistemas urbanos. Sin embargo, a pesar de la evidente necesidad del incremento de las áreas verdes urbanas, resulta escasa la información y criterios de planificación que consideren los efectos de esta infraestructura verde en la calidad del aire y en el microclima urbano.

El principal objetivo del proyecto Life VEG-GAP es crear un marco que preste apoyo a la consideración de los aspectos de extensión, distribución y especies empleadas en las zonas verdes en los planes de calidad del aire de las ciudades.

A partir de los trabajos desarrollados por las tres ciudades (Bolonia, Madrid y Milán) que forman parte del consorcio del proyecto, el proyecto VEG-GAP estudiará el efecto de la vegetación en la contaminación atmosférica, con especial atención a los contaminantes NO2, Material Particulado PM10 y Ozono O3 y sobre el efecto de regulación de la temperatura. El estudio se realizará con un enfoque integrado que considerará las fuentes emisoras, el transporte y la formación de contaminantes en la atmósfera junto con la distribución de la edificación y presencia de la vegetación en el tejido urbano. El proyecto pretende desarrollar una metodología y herramienta pionera que ayude a las ciudades en el diseño de sus planes de infraestructura verde urbana (bosque urbano, arbolado viario, cubiertas y fachadas verdes…) evitando usos incorrectos que puedan ocasionar riesgos y potenciando los aspectos beneficiosos.

El proyecto VEG-GAP del programa europeo Life concluirá en el año 2021. La agencia ENEA (Agenzia nazionale per le nuove tecnologie, l’energia e lo sviluppo economico sostenibile) es la coordinadora de este proyecto, que es desarrollado por un consorcio formado por Cittá Metropolitana di Bologna, Comune di Milano, Ayuntamiento de Madrid, ARIANET, CREA, MEEO y la Universidad Politécnica de Madrid.