La Plaza de España se comunicará con la Gran Vía mediante un paso de peatones que permitirá cruzar la calzada en todas las direcciones, incluyendo las diagonales. Será totalmente accesible ya que todos los pavimentos de calzadas y aceras estarán al mismo nivel, lo que dará preferencia a la circulación peatonal frente al vehículo. Para permitir la fluidez de la movilidad peatonal, todo el tráfico rodado se detendrá simultáneamente en los correspondientes ciclos de semáforos. Para garantizar la seguridad de los peatones el paso se señalizará mediante bolardos semafóricos luminosos en su contorno, que avisarán del estado del cruce en verde, rojo o ámbar.
Este paso se convertirá en la puerta a la nueva Plaza de España desde Gran Vía, cuyo proyecto de remodelación es resultado de la encuesta ciudadana realizada en 2016. En ella un 80% de los participantes querían que la plaza formara parte de una red verde que llegara desde la Casa de Campo y el Parque del Oeste hasta el centro de la ciudad; y un 63% votó su conexión peatonal con el Templo de Debod, la Plaza de Oriente y Madrid Rio.
La amplia mayoría eligió que se remodelara la Plaza de España con el proyecto Welcome Mother Nature. Fruto de un amplísimo proceso de participación, el proyecto ganador cubre todas las expectativas expresadas por los madrileños. En la votación, la mayoría de los participantes consideraban necesaria la reforma de la plaza, y además, querían que ésta reforma se ampliara más allá de la propia plaza. Votaron por una reforma profunda donde se reordenarán los usos de la plaza y su entorno, y reclamaban carriles bici, reducción del tráfico y ampliación de aceras.
Los madrileños también votaron por hacer peatonal el paso elevado de Bailén para unirlo con los jardines de Sabatini y con el Parque del Oeste y han elegido más árboles, juegos infantiles, y carriles bici que aseguren la continuidad con otros itinerarios ciclistas.
Más allá de la plaza
La futura intervención multiplica por tres la superficie de la Plaza de España y extiende sus beneficios a todo el entorno. Hacia el este, se conecta con la nueva Gran Vía, manteniendo la ampliación de las aceras. Hacia el sur, la plaza se conecta con el Palacio Real y los jardines de Sabatini, que se amplían y se abren a la ciudad. Hacia el Oeste, se produce un enlace con el Parque del mismo nombre para unir la plaza con el Templo de Debod y su popular mirador. Y finalmente en su extremo norte, se prolonga hacia la calle Princesa, la Plaza de Cristino Martos y los jardines de la Condesa Pardo Bazán y el Palacio de Liria.
Gracias a este proyecto, todos estos ámbitos podrán ser recorridos y disfrutados por todos, independientemente de la edad o condición física, ya que la accesibilidad universal ha sido una prioridad. En este sentido cabe destacar la instalación de ascensores para salvar el fuerte desnivel de la cuesta de San Vicente.
Con esta actuación, una de las más profundas que se llevarán a cabo en el centro de la ciudad de Madrid de los últimos años, se conectan y ponen en valor algunos de los espacios urbanos más valiosos y significativos del patrimonio cultural de la ciudad.
El proyecto de ejecución, que salió a licitación el pasado mes de julio, contempla todos estos condicionantes dando cumplimiento a las propuestas ciudadanas recogidas en la encuesta.
El presupuesto del proyecto votado por los ciudadanos se estableció en 46 millones, y se concretará a partir del día 1 de octubre de este año, fecha en la que finaliza el plazo de presentación de ofertas para el contrato de obras. Las obras de remodelación de la plaza comenzarán el próximo mes de enero./