Técnicos de las Áreas de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad y Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid han mantenido en la mañana de hoy jueves una reunión con profesionales de la Comunidad de Madrid en la que se ha corroborado que, actualmente, no existe en la ciudad una plaga del insecto conocido como mosca negra.
Una vez que los técnicos de las diferentes áreas del Gobierno municipal y regional han realizado un seguimiento y un diagnóstico de la situación, han determinado normalidad en las picaduras registradas, según se desprende de los indicadores disponibles por ambas instituciones. No obstante, ambos equipos técnicos han acordado reforzar las medidas de vigilancia en el río Manzanares, a pesar de que este tipo de insectos son frecuentes en muchos ríos de España y no se consideran transmisores de agentes infecciosos o parasitarios peligrosos para el ser humano.
Coordinación institucional
Al tratarse de un tipo de insectos picadores potencialmente molestos y problemáticos, aun cuando no son peligrosos, ambas administraciones han acordado adoptar medidas de prevención, vigilancia y, en su caso, control directo. Este tipo de actuaciones, de hecho, son ya objeto de aplicación en diversos ríos de la Comunidad de Madrid desde hace varios años, así como del río Manzanares. La reunión de hoy es reflejo precisamente de esa política de cooperación y de coordinación interadministrativa propia de las administraciones.
Asimismo se ha acordado revisar y reforzar las actuaciones previstas de vigilancia ambiental (monitoreo) y de tratamiento del río Manzanares en relación a este insecto.
Tratamientos inocuos
En la reunión también se ha puesto de manifiesto que los tratamientos biocidas larvicidas y adulticidas que se realizan en las zonas de arbolado y en las riberas del río Manzanares por parte del Ayuntamiento de Madrid son ejecutados con productos los más inocuo posible.
La mosca negra, un insecto propio de la biodiversidad de los cauces fluviales
Estos insectos [dípteros del Genero Simulium, morfológicamente análogos a una mosca diminuta (3-5 mm)] son frecuentes en muchos tramos de ríos de España y otros países como parte de la biodiversidad propia de los cauces. Pero al tratarse de insectos con notable capacidad (variable según la especies) de producir molestas picaduras, este tipo de situaciones requieren la puesta en marcha de programas específicos de vigilancia (monitoreo) y de control ambiental y biocida (tratamiento) de esas poblaciones.
De igual manera, y en lo relativo a la posible relación existente entre los problemas de contaminación del río y la aparición de este insecto, en la reunión se ha recalcado que la presencia de moscas negras en cauces de ríos depende de muchas variables no relacionándose con problema de polución. En este sentido, se ha hecho hincapié en que las larvas de estas moscas, que se generan en fase acuática, necesitan que el agua del río se encuentre en buenas condiciones ambientales y con abundancia de vegetación propia.
Finalmente, con el fin de ofrecer a los ciudadanos una eficaz respuesta ante posibles incidencias puntuales, también se ha acorado optimizar y reforzar los canales de comunicación entre las y los vecinos y la administración local, para que puedan comunicar y solicitar en su caso, ayuda frente a eventuales incidencias o problemas. /