La Junta de Gobierno ha aprobado inicialmente el Plan de Infraestructura Verde y Biodiversidad. Ahora se abre un periodo de información pública de 45 días naturales para que ciudadanía y entidades hagan aportaciones que enriquezcan este documento cuyo objetivo es tratar las zonas verdes, el arbolado y la biodiversidad como un todo a la hora de mantenerlos y planificar nuevas actuaciones, así como su integración en la ciudad para obtener el mayor beneficio medioambiental. Tras el estudio de las alegaciones, la Junta de Gobierno aprobará definitivamente el Plan cuyo presupuesto asciende a 624.422.000 euros para el periodo 2018-2030.
Este proyecto del Área de Medio Ambiente y Movilidad se ha realizado tras un exhaustivo diagnóstico de la situación del patrimonio natural de la ciudad, que ha permitido establecer una planificación global y marcar las estrategias y el compromiso municipal para conservar, mejorar y potenciar dicho patrimonio. En su elaboración han participado todos los agentes implicados: técnicos y jardineros municipales, distritos, asociaciones vecinales, investigadores, sindicatos, empresas, consultores independientes, colectivos sociales, con una importante participación pública.
En el Plan, que incluye por primera vez la biodiversidad dentro de la planificación estratégica de la infraestructura verde, se ha tenido en cuenta la sostenibilidad; la conectividad, aumentando el grado de conexión entre las zonas verdes situadas dentro y fuera de ciudad, y el cambio climático, contribuyendo a mitigar sus efectos y a disponer de una masa arbórea capaz de absorber la mayor cantidad posible de emisiones. También contempla favorecer la permeabilidad, la retención de agua y la mejora biológica del suelo, mediante la implantación de técnicas de drenaje urbano sostenible.
Además, se ha tenido en cuenta la equidad, promoviendo el equilibrio dotacional entre los distritos de la ciudad; la calidad; la participación y corresponsabilidad; la transparencia, y la eficacia y eficiencia.
Diagnóstico: Arbolado viario y zonas verdes
La ciudad de Madrid se encuentra entre las capitales del mundo con más arbolado. Cuenta con una superficie de zonas verdes por habitante de 18,26 metros cuadrados.
La superficie verde de mantenimiento municipal es de 6.000 hectáreas, mientras que el arbolado en la ciudad asciende a 5.700.000 ejemplares, de los que 1.760.000 son de mantenimiento municipal: 1.500.00 en zonas verdes (con más de 500 especies distintas de árboles entre las que destaca el pino piñonero que supone el 31% del total de árboles) y 260.000 de arbolado viario (con 226 especies distintas y cuya especie más abundante es el plátano de sombra con un 23% del total).
Además, Madrid es una de las ciudades con más calles arboladas de todo el mundo, más de 5.000, con más de 2.600 kilómetros.
Con estos datos, el ratio de metros de zonas verdes por habitante es bueno, así como el número de árboles por cada 100 habitantes, si bien es necesario aumentar la biodiversidad del arbolado en calle pues solo unas pocas especies ocupan tres cuartas partes del total.
El Plan contempla una serie de criterios y actuaciones para desarrollar una infraestructura verde completa y conexa, frente a la infraestructura ‘gris’ de la ciudad, capaz de aportar el mayor beneficio medioambiental a sus habitantes. Madrid se suma así al nuevo paradigma en la gestión de las ciudades, que es el de infraestructura verde, con el objetivo de poner en valor y mejorar su capital natural como un sistema fundamental de la misma.
Acciones
Una vez realizado un exhaustivo estudio y posterior diagnóstico de la situación de la infraestructura verde y la biodiversidad madrileñas se han diseñado 180 acciones concretas, algunas ya en marcha, otras a medio plazo (dos o tres años) y otras a largo plazo que se implementarán en el periodo 2020-2030.
Entre estas actuaciones destaca el la RED ARCE diseñada para conectar los grandes espacios verdes urbanos de Madrid y las zonas verdes de barrios y distritos. Se crea el concepto de ‘calle verde’, que será transversal integrando la gestión medioambiental, de movilidad y urbana, con el objetivo de construir una verdadera red de grandes calles verdes continua, coherente y completa, asegurando que el 80% de la población de Madrid tenga acceso a una a menos de 1.000 metros. Dentro de esta propuesta se ha planificado una red de 289,1 kilómetros de calles verdes principales (entre los que se encuentran algunos tramos ya existentes), que incluyen entre 12 y 15 kilómetros de conexiones verdes estratégicas y 6,5 kilómetros de conexiones verdes a través del distrito Centro.
Reequilibrio territorial
Dentro del reequilibrio territorial y dotacional, se propone la realización de un estudio individualizado de cada una de las parcelas de suelo interbloque de uso público y titularidad privada. En los casos en que sea posible, se promoverá su incorporación a la titularidad pública y conservación municipal para incrementar la dotación verde de la ciudad y mejorar su mantenimiento y limpieza. También se ha tenido en cuenta la cantidad de áreas infantiles y áreas caninas para suplir las carencias que actualmente presentan algunas zonas.
Descargar a los grandes parques de grandes eventos e identificar zonas verdes infrautilizadas donde podrían celebrarse los mismos, reconocer nuevos usos medioambientales y de ocio al aire libre demandados por los ciudadanos y que no están suficientemente cubiertos en la actualidad, y continuar desarrollando Planes directores individualizados para cada uno de los grandes parques históricos y forestales son otras de las propuestas del este Plan estratégico, que fomenta de este modo el concepto de nuevas centralidades.
En cuanto al fomento de la biodiversidad, se propone la renaturalización de determinados espacios en parques y zonas verdes, y la creación de microrreservas para crear zonas de refugio para la fauna, así como el uso de especies vegetales que favorezcan su alimentación. La creación de pasos libres que salven algunas infraestructuras y de una red de observación y seguimiento de la actividad biológica son otras de las actuaciones para favorecer la fauna madrileña.
El Plan también incluye la reconversión de plazas duras en espacios más verdes, el fomento de la participación ciudadana y la corresponsabilidad con proyectos como un programa piloto de cesión de uso de zonas verdes vacantes a asociaciones ciudadanas que tengan interés en el uso social y mantenimiento de las mismas, continuar con el programa municipal de huertos urbanos y con la implantación de pequeños jardines y huertos en centros municipales, así como consolidar la Mesa del Árbol como espacio de debate y participación.
Otras acciones significativas
El Plan de Infraestructura Verde y Biodiversidad incluye otras acciones como la implantación de nuevas tipologías de espacios verdes (muros, balcones, etcétera); la creación de corredores verdes, el estudio de los cauces naturales de la ciudad; la ampliación del catálogo de especies vegetales; la identificación de alternativas al césped; la mejora de la calidad del suelo; erradicación del empleo de herbicidas; favorecer la vegetación espontánea; implicar a la ciudadanía en la conservación de espacios verdes o adecuar las áreas caninas en cantidad y calidad acorde con la población de perros.
Por último, propone consensuar un pacto por el capital natural de Madrid, un plan a medio plazo con el consenso de todos los grupos políticos con representación municipal.
Inés Sabanés habla sobre el análisis de la infraestructura, las zonas verdes y la biodiversidad de la ciudad
Inés Sabanés habla sobre las acciones planteadas del 2018 al 2030