El Ayuntamiento de Madrid ha rendido homenaje este domingo a Soledad Cazorla, la primera mujer fiscal de sala contra la violencia sobre la mujer, en la calle bautizada recientemente con su nombre. Con rosas blancas, las flores preferidas de la jurista, y un poema ha concluido un acto al que acudieron niños y niñas becadas a través del Fondo Soledad Cazorla para menores víctimas de la violencia machista.
A la calle del barrio de las Águilas, en el distrito de Latina, se acercaron la delegada del Área de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer, el concejal de los distritos de Latina y Vicálvaro, Carlos Sánchez Mato, y la portavoz del grupo municipal socialista, Purificación Causapié. También Paca Sauquillo, presidenta del Comisionado de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid, Lourdes Hernández, presidenta del Consejo de las Mujeres de Madrid y Joaquín Tagar, viudo de Soledad Cazorla, intervinieron en el homenaje.
“Cambiar nombres de calles es más complicado de lo que nos gustaría”, explicó Sánchez Mato, que se mostró orgulloso de que una “persona especial, luchadora por los derechos de las mujeres y que ha dejado un legado indiscutible como es Soledad Cazorla” sustituya a un hombre de guerra dando nombre a una calle en el distrito de Latina.
“Todas somos conscientes de que la historia de los derechos de las mujeres en este país ha sido gracias a un movimiento feminista muy fuerte que ha estado empujando a las instituciones, pero que todos estos cambios hubiesen sido imposibles sin personas como Soledad, que desde su ámbito profesional han luchado por darnos derechos a todas”, subrayó Celia Mayer durante el acto. Para la concejala de Políticas de Género “el gran mérito de Soledad fue contribuir a transformar una justicia ciega hacia las mujeres en una justicia con perspectiva de género, a reconocer también la atención integral de las mujeres”.
“La lucha de Soledad sigue vigente” y así lo demuestran los datos de agresiones machistas, recordó Causapié. “Nos queda por mucho por lo que pelear, también desde este Ayuntamiento” con medidas de protección, de prevención, educativas, de sensibilización.
“Mi mujer, Soledad, dedicó los últimos diez años de su vida a pelear de manera brutal contra la violencia de género, escuchaba a las víctimas y a sus familias, por eso le importaba tanto lo que le pasaría a los huérfanos”, rememoró Joaquín Tagar con emoción. Esa es la razón por la que sus familiares decidieron crear un fondo de becas para menores en su memoria.
Soledad Cazorla (1955-2015), fiscal del Tribunal Supremo desde 1996, asumió en 2005 el cargo de fiscal de sala contra la violencia sobre la Mujer. A raíz de su nombramiento, Cazorla fue la responsable de poner en marcha y dirigir la red española de fiscales especialistas en violencia contra la mujer. La red se creó tras la entrada en vigor en 2004 de la Ley Integral contra la Violencia de Género. Asumió, por tanto, unas responsabilidades profesionales inéditas hasta el momento en el Ministerio Fiscal.
Defensa de las víctimas infantiles de la violencia de género
Comprometida con el desarrollo de la ley, tanto desde el punto de vista presupuestario como de su aplicación, Cazorla es recordada también por su implicación en la defensa y protección de las y los menores víctimas de la violencia machista. Formaba parte del Observatorio contra la Violencia de Género, un organismo creado por el Consejo General del Poder Judicial.
La iniciativa de este homenaje ha sido impulsada por el Consejo de Mujeres y por el Fondo Becas Soledad Cazorla. /