Las fiestas de San Isidro se despidieron ayer de Madrid hasta el año que viene con una jornada en la que los madrileños y madrileñas pudieron disfrutar de 43 actividades y conciertos repartidos por toda la ciudad y para todos los gustos y edades.
Pases inclusivos para niños y niñas en ‘El carnaval de los animalitos’
La programación de San Isidro de este año se ha caracterizado por el compromiso del Ayuntamiento de Madrid de hacer estas fiestas inclusivas y accesibles para toda la ciudadanía. En esta línea se enmarca la representación ayer en la Plaza de Oriente de “El Carnaval de los animalitos”, para niños y niñas a partir de los tres años, una obra compuesta en 1886 en Austria concebida como pieza humorística para un día de Carnaval. Antes de la representación se realizó un paseo escénico para personas con discapacidad intelectual y visual. De esta forma, el público con estas necesidades de apoyo pudo tocar el vestuario, a los actores y el attrezzo para tener un mejor conocimiento de la propuesta cultural.
Flamenco en la Plaza Mayor
El broche final en uno de los escenarios más musicales de San Isidro, la Plaza Mayor, lo puso el cantaor Diego el Cigala, quien llenó la noche madrileña con su voz flamenca. Este cantaor de noble estirpe flamenca, nacido y criado en Cascorro, conquistó al mundo con ‘Lágrimas Negras’, junto al pianista Bebo Bladés. Este trabajo recibió numerosos reconocimientos un Grammy, tres Premios de la Música, un Premio Ondas, cinco Premios Amigo, tres Discos de Platino en España y uno en Argentina, México y Venezuela. The New York Times lo alabó como «Mejor disco del año». A su exquisita receta de flamenco y jazz, el músico ha añadido la poción latina que ha dado como resultado ‘Romance de la Luna Tucumana’, nuevo trabajo discográfico sobre el tango argentino.
Del chotis en la Vistillas a la música de fusión en La Pradera
La de ayer fue en Las Vistillas la noche dedicada a los estilos más tradicionales, como Mari Pepa de Chamberí, Olga María Ramos y los renovadores del chotis Variedades Azafrán.
La Pradera de San Isidro, espacio originario de estas fiestas, vivió su día grande con diversas actividades en torno al santo, programación especial para la infancia y, como colofón las actuaciones de una de las voces más personales del panorama musical español, el cantautor Joe Crepúsculo; del dúo madrileño Ombligo, que ofreció su particular fusión de estilos tan distintos como el swing, el balkan, los boleros o la música clásica, y Digital XXI & Stefan, quienes conquistaron al público con su explosiva mezcla de rock, electrónica y música clásica. /