Afrontar el fin de la vida, de la propia o de los seres queridos, es inevitable. Frente a un duelo más natural y acompañado en épocas no tan lejanas, con ritos en los que participaba toda la familia y una gran parte de la comunidad, se ha impuesto un modo más solitario, sobre todo en grandes ciudades, donde la muerte se produce muy frecuentemente en un hospital, lejos del barrio y a veces en soledad. Sensible a este tipo de situaciones, que mal llevadas pueden derivar en desesperación, sensación de indefensión o depresión clínica, con las repercusiones sobre la salud que todo ello conlleva, el Ayuntamiento de Madrid pone en marcha el proyecto “Salud comunitaria al final de la vida-comunidades compasivas” y lo hace en dos barrios de Carabanchel: el de Vista Alegre, que presenta el mayor índice de dependencia del distrito (56,91%), y el de Puerta Bonita, con la mayor tasa bruta de mortalidad (11,33%).
El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero; la concejala de Carabanchel, Esther Gómez, y el gerente de Madrid Salud, Antonio Prieto, presidieron ayer tarde, en la biblioteca Luis Rosales, la presentación pública a los y las residentes, comerciantes y asociaciones de ambos barrios.
Comunidades compasivas
Liderado por el organismo autónomo Madrid Salud, en colaboración con otros servicios municipales y entidades sociales, el proyecto “Salud comunitaria al final de la vida” se desarrollará a lo largo de dos años, con un presupuesto de 366.287 €.
Esta iniciativa, enmarcada en el plan municipal “Madrid, ciudad de los cuidados”, integrado por nueve proyectos de intervención comunitaria que promueven el altruismo, la solidaridad y la cooperación en los barrios, se propone fortalecer las capacidades del vecindario siguiendo el modelo internacional de “comunidades o ciudades compasivas”, que fomenta e impulsa los valores de la compasión y participación dirigidos a ofrecer ayuda social y emocional a personas del entorno que se encuentran al final de la vida y a sus familias, al tiempo que trata de prevenir un duelo complicado.
Como el resto de proyectos del plan “Madrid Ciudad de los Cuidados”, comparte la característica de “piloto”, que obliga a una evaluación continua, tanto de procesos como de resultados.
En definitiva, es otro instrumento de desarrollo en comunidad que contempla el bienestar del final de la vida como parte de la promoción de la salud, donde se movilizan y coordinan personas voluntarias y profesionales con diferentes funciones.
Tres grupos de destinatarios
Además de a las personas que afrontan el final de su vida, a sus familias y cuidadoras/es, este nuevo proyecto se dirige también al conjunto de profesionales de los ámbitos social, cultural, educativo, asociativo y de salud comunitaria, y a la comunidad educativa de todos los colegios de Vista Alegre y Puerta Bonita.
El equipo profesional que lo va a gestionar está integrado por dos psicólogas, una enfermera y una trabajadora social, todas ellas especializadas en atención al final de la vida e intervención en duelo y comunitaria. Dicho equipo está ubicado en el Centro Madrid Salud (CMS) de Carabanchel (c/ Eugenia de Montijo, 9 – info@comunidadescompasivas.org)./