En el Ayuntamiento de Madrid estamos convencidos de que ha llegado el momento de incorporar a la ciudadanía a las políticas públicas, sumando sus ideas, modos de hacer y proyectos que construyen una ciudad mejor. En definitiva, gobernar para y también con vosotras y vosotros. Esto es la cooperación público-social que, por cierto, no es nueva. Ya existe, en Madrid y en el mundo.
Estamos trabajando por esta inclusión y por la reglamentación del trabajo en común entre ciudadanía y administración pública local. Esta es la parte innvovadora: elaborar de forma conjunta una base normativa que de cabida a esta colaboración pero, como te decimos, la cooperación público-social está en el aire, como el amor en nuestra ciudad, desde hace tiempo. Unos ejemplos de los que seguro has escuchado hablar:
- En 1979, durante la transición, fue muy importante el proceso de remodelación de barrios de Madrid (1979-1999) en el que el municipio de Madrid transformó profundamente su periferia sureste, erradicando los asentamientos de infravivienda que habían ido creciendo en las décadas precedentes fruto de la fuerte inmigración rural experimentada en los años cincuenta y sesenta. El ayuntamiento de Madrid, encabezado entonces por Enrique Tierno Galván, hizo que este proceso de remodelación urbana fuera liderado por las asociaciones de vecinos. Se intervino finalmente en 30 barrios de muy diferentes características con un total de 39.000 viviendas construidas para una población alojada de alrededor de 150.000 personas. La inversión realizada por la administración alcanzó los 310.000 millones de pesetas de entonces. Otros procesos parecidos en los que las asociaciones vecinales trabajaron en remodelación urbana de barrios de madrid son el Plan de Inversiones de Villaverde (Plan de 18.000 viviendas) en 2005 y la reconversión de la pradera de Pradolongo en parque.
- Programa Municipal de Huertos Urbanos/ Comunitarios, con el que el
área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid desarrolla desde 2010 diversos programas de impulso a la horticultura urbana con criterios agroecológicos, desde la perspectiva de los beneficios ambientales, sociales y educativos que reporta esta actividad para hacer de Madrid una ciudad más sostenible. Participan la Red de Huertos Urbanos de Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales. - La Tabacalera: Este Centro Social ubicado en la misma plaza de Embajadores es un buen ejemplo de cooperación público-social: en 2012, el ministerio de Educación, Cultura y Deportes cedió parte de este edificio a colectivos de Madrid para llevar adelante actividades de teatro, música, danza, pintura, conferencias, reuniones, audiovisuales, talleres, eventos, intervenciones en el barrio…todas de carácter colectivo, público y de transformación social. Comparte el edificio con el Espacio Promoción del Arte gestionado por la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio.
En el Ayuntamiento y en este sentido, gracias a la directriz de cesión de espacios que elaboramos hace más de un año, actualmente tenemos más de ocho espacios cedidos a entidades en los distintos distritos de la ciudad, como los de Salvador Martinez Lozano en Puente de Vallecas, San Faustino 23 (San Blas-Canillejas) Bravo Murillo 37 (Chamberí), avenida Cardenal Herrera Oria, 84 (Fuencarral), el del antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi (Arganzuela), los de calle Frías 133 y calle Plus Ultra 3 en Barajas. En todos ellos, 43 entidades ofrecen actividades a vecinas y vecinos bajo esta fórmula de colaboración.
- Hemos arrancado los Equipos de Actuación Distrital también con esta fórmula. Financiados por el Fondo de ReequilibrioTerritorial, en el ayuntamiento hemos queridoa apostar por fórmulas de cooperación público-social que incorporan la experiencia de entidades sin ánimo de lucro, tanto en el territorio como en la atención a colectivos especialmente vulnerables, pare el cuidado de entornos degradados de nuestra ciudad. El importe del programa para toda la ciudad asciende a casi 2.5 millones de euros en 2017 y actúa en catorce distritos: Fuencarral, Barajas y San Blas. Usera y Villaverde, Ciudad Lineal y Hortaleza, Carabanchel y Latina Vicálvaro, Centro, Chamberí, Tetuán y para 2018, llegará a Moratalaz
- Los Madriles: experiencia de cartografía de las entidades de Madrid, que elaboró el Ayuntamiento de Madrid junto con la FRAVM (Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid) que en sí misma es una experiencia de colaboración público-social pero que, además, te enseña un montón más de experiencias, alrededor de cien, para que bucees a gusto: te enseñará como miles las vecinas y vecinos que trabajan de forma colectiva para construir una ciudad más habitable, sostenible, inclusiva y participativa. Verás una ciudad efervescente y la potencia de una ciudadanía crítica y activa que ha creado nuevos espacios de posibilidad, mediante la autogestión y la participación.
¿Y más allá de Madrid?
La cooperación público-social lleva años siendo una realidad en las ciudades más avazadas del mundo. Vamos a echar un ojo.
- En Londres existe desde hace años una alianza por la resilencia, es la London Resilience Partnership que se unió por primera vez en 2002 para proporcionar un mecanismo para una mayor cooperación entre la ciudadanía activa, tejido asociativo y agencias en la planificación y respuesta a emergencias a gran escala. Las estructuras y los programas de trabajo establecidos en Londres proporcionaron un sólido modelo para el desarrollo de disposiciones legales relacionadas con la preparación para emergencias en forma de la Ley de Contingencias Civiles que entró en vigor en 2004. La coalición de organizaciones (más de 170) tiene un papel en la preparación, respuesta y recuperación de emergencias con la misión de garantizar que Londres esté preparada para esos momentos reforzando la posición de Londres como una ciudad resiliente.
- El proyecto “Recupera tu parque” surgió en Nueva York, en 1987. Es un proyecto de recuperación de parques peligrosos que nació como una solución a la carencia de espacio urbano recreativo y para proporcionar una mayor calidad de vida a los jóvenes. Nació como un proyecto de recuperación de las avenidas Allen y Pike en el barrio de Manhattan, en la ciudad de Nueva York. Los vecinos reunidos en una asociación, al enterarse de que el Departamento de Parques había publicado una solicitud de propuesta para un consultor de diseño, para las mejoras de estas avenidas, se puso a trabajar. Se convirtió de este modo en un proceso participativo donde jóvenes y residentes reclamaron los espacios públicos invadidos por problemas como el tráfico de drogas, la delincuencia y el consumo de drogas. En enero de 2010, la obra se completa con la participación de sus vecinos.
Actualmente, este proyecto se ha expandido a otras ciudades como Atlanta y Los Ángeles e incluso a Toronto, siendo el denominador común un colectivo de personas (grande o pequeño) que se agrupa con el único propósito de recuperar y reclamar aquellos espacios públicos a los que no se les está dando un uso correcto. Las características de estos espacios es el grave deterioro tanto de la zona como de los elementos que lo conforma.
- Desde 2002 en París han ido surgiendo los jardines comunitarios, Jardins partagés en París. Te recordará a nuestro programa de huertos urbanos y comunitarios. Terrenos baldíos entre viviendas empezaron a ser aprovechados por los vecinos para cultivar productos y servir a la vez como lugar de reunión. La gestión es fácil. Cuando una persona o una estructura (asociación, escuela,…) desea cultivar un huerto en un jardín compartido, debe ponerse en contacto con la asociación de gestión del jardín compartido. Y si lo que se desea es comenzar a dar este uso en una parcela libre, los requisitos de la ocupación deben respetar los términos de un acuerdo firmado conjuntamente por la asociación y la Ciudad de París. En este caso, la asociación se adhiere automáticamente a la Carta de la Mano Verde, que recuerda las reglas y buenas prácticas de jardines compartidos en París.
- Bolonia: en mayo de 2014 se aprobó el Reglamento sobre las formas de cooperación entre los ciudadanos y la administración para el cuidado y la regeneración de los bienes comunes urbanos. Este reglamento propone una aplicación concreta de participación, teniendo como objeto el cuidado y la regeneración de bienes comunes urbanos (bienes materiales, inmateriales y digitales) por parte de ciudadanos activos (personas individuales, asociadas, grupos sociales o empresariales,…). La colaboración atiende a intervenciones de cuidado y regeneración de espacios públicos, gestión compartida de espacios públicos o privados de uso público, intervenciones de cuidado y regeneración de edificios, gestión compartida de edificios… Este proyecto plantea la ciudad como un ecosistema colaborativo y el ayuntamiento considera a los ciudadanos como fuente de ideas y recursos. Los vecinos de esta manera proponen soluciones a sus problemas cotidianos y trabajan de forma colaborativa con el ayuntamiento para llevarlas a cabo.
Como ves, la cooperación público-social es una herramienta necesaria y ya implantada en el gobierno de las ciudades. En Madrid apostamos claramente por ella y es así que estamos inmersos en elaboración de la Ordenanza de Cooperación Público-Social y queremos escucharte. Hasta el 20 de noviembre puedes participar en la Consulta Pública y decirnos qué te parece, cómo debería ser y para qué podría servir en Madrid.