El Centro de Control de Túneles de Madrid Calle 30 se modernizará para permitir la gestión automática de la ventilación, la señalización y demás equipos del subterráneo. Es uno de los proyectos que están en marcha o en proceso de redacción para modernizar esta infraestructura y reforzar la seguridad.
El consejero apoderado de Madrid Calle 30, Samuel Romero, el jefe de seguridad de la sociedad, Santiago Vilariño, y otros miembros del equipo han mostrado este viernes, 29 de septiembre, el funcionamiento de los sistemas de control de tráfico, de suministro de energía, de iluminación y de detección de incidencias.
Por los 48 kilómetros de recorrido (ida y vuelta con ramales incluidos) de Madrid Calle 30 circulan a diario cerca de medio millón de usuarios. Tras años de intenso uso de las infraestructuras se hace necesario acometer diversas actuaciones para renovar la infraestructura.
Automatizar la gestión de incidentes
El proyecto del nuevo centro de control comenzará el próximo año y tendrá un presupuesto aproximado de 17 millones. Se automatizará la gestión de incidentes para limitar el factor humano a la hora de la toma de decisiones.
Una de las mejoras principales va a ser la gestión automática de la ventilación, la señalización y otros equipos de los túneles. En el proyecto inicial de construcción estaba prevista esa funcionalidad, pero nunca se puso en marcha.
El proyecto comenzará previsiblemente en 2018 y se prolongará durante 2019, mientras se mantiene el actual centro de control en pleno funcionamiento.
Más cobertura de radiocomunicaciones para emergencias
Durante el próximo año también está previsto ampliar la cobertura de radiocomunicaciones a los servicios de emergencia, actualizar las instalaciones de alumbrado exterior de Calle 30 y el sistema de telemando de energía en los túneles. Se ha planificado también la rehabilitación del puente de la Lira y de la pasarela peatonal Ramón y Cajal, entre otros proyectos.
500 cámaras más
En estos momentos se están realizando trabajos de mejora, entre los que destaca la renovación del sistema que garantiza el suministro de energía eléctrica a los servicios esenciales de Calle 30, para que no dependa exclusivamente de baterías; el sistema de detección automática de incidencias y el de la red de transmisión de datos en los túneles.
Además, se ha dotado de 500 cámaras más al túnel hasta alcanzar las 1.614. Entre las nuevas cámaras instaladas se incluyen las de tipo domo, que permiten una visión de 360 grados y proporcionan más información al centro de control y a los servicios de emergencia.
Además, se están rehabilitando los puentes de avenida del Mediterráneo (izado cuatro metros con la ingeniería heavy lifting), el de la Paz y el de los Franceses.
Primer túnel cardioprotegido
Hace un año y medio el túnel de Calle 30 se convirtió en el primer subterráneo cardioprotegido del mundo gracias a los desfibriladores externos que llevan los equipos de atención de incidentes, accidentes y emergencias.
Esta iniciativa, impulsada por los trabajadores y trabajadoras con el apoyo de Madrid Calle 30 y de Samur Protección Civil, está también encaminada a reforzar la seguridad.
Madrid Calle 30
Madrid Calle 30 gestiona la explotación, conservación y mantenimiento del anillo distribuidor Calle 30, así como las infraestructuras y espacios de su entorno (enlaces, puentes, zonas verdes…). Es una sociedad mixta participada por el Ayuntamiento de Madrid en un 80%, mientras que el 20% restante corresponde a un socio privado.
En 2004 el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Madrid firmaron un convenio por el que la titularidad de la hasta entonces carretera de circunvalación M-30 y una serie de tramos viarios de funcionalidad ligada a la M-30 pasaban a ser de titularidad municipal. Se creó entonces la empresa Madrid Calle 30 y, a finales de ese año, el Pleno acordó modificar la forma de gestión del servicio, que pasaba de directa a indirecta a través de una sociedad de economía mixta. En agosto de 2005 se adjudicó el concurso a favor de EMESA.
Tras la concesión quedó establecido el modelo económico financiero que había que cumplir durante la vida del proyecto, hasta el año 2040. En 2007 se modificó el contrato entre Madrid Calle 30 y el Ayuntamiento y, por ende, la modificación de los servicios a prestar por el socio privado y su remuneración.
La sociedad se fundó inicialmente para construir los túneles de la M-30, de forma que el coste de estas grandes obras no computaron como deuda municipal. El objeto social y la actividad principal incluyen la gestión, explotación y mantenimiento, además de las obras de reforma y mejora, de la vía de circunvalación M-30 y sus infraestructuras y espacios relacionados. La sociedad ya no tiene deuda, subrogada en 2011 al Ayuntamiento, aunque sigue funcionando con el diseño mercantil inicial.
Este modelo de gestión centra la Comisión no permanente de Investigación sobre la situación económica y financiera de Madrid Calle 30 y su incidencia en las cuentas del Ayuntamiento. Este órgano –ya ha celebrado tres sesiones y volverá a reunirse el próximo día 4 de octubre– también pretende esclarecer la fórmula elegida para construir la infraestructura, los sucesivos aumentos de presupuesto y posibles incumplimientos del contrato inicial y los contratos modificados posteriores.
La Cámara de Cuentas ha cuestionado el modelo de gestión de Madrid Calle 30, argumentando que la privatización no viniera acompañada de los necesarios estudios técnicos, jurídicos y financieros. /
Audios de Samuel Romero, consejero delegado de Madrid Calle 30, y Santiago Vilariño, responsable de seguridad de Madrid Calle 30