Desde 2019, Madrid camina decidida hacia un modelo de ciudad en el que la vegetación sea una infraestructura esencial.
La abundancia y calidad de zonas verdes es un factor esencial para evaluar la calidad de una ciudad. Es uno de los indicadores clave en todos los rankings de urbes más deseables para vivir debido a su impacto en la salud pública, en la sostenibilidad y en las formas de interacción social.
Descubre de qué formas incide en la vida de los ciudadanos la existencia de más y mejores zonas verdes:
Salud pública
Jornada deportiva para mayores en Chamartín
Los espacios verdes en el seno de una ciudad como Madrid favorecen los estilos de vida activos y saludables. Los niños y jóvenes pueden quedar en las plazas y parques para realizar actividades deportivas y juegos, los mayores pueden retomar la costumbre de charlar “a la fresca” en los bancos y espacios de sombra dispuestos para ellos o ejercitarse. La existencia de un entorno adecuado que propicie la actividad física evita el sedentarismo y el uso excesivo de pantallas. No hay que olvidar que la Organización Mundial de la Salud recomienda una media de 60 minutos al día de actividad física para niños y adolescentes y entre 150 y 300 minutos para adultos.
Sostenibilidad y mitigación los efectos del cambio climático
Chorros refrescantes en el parque de Madrid Río
Las zonas verdes urbanas mitigan los efectos negativos de las condiciones meteorológicas adversas, tales como olas de calor o lluvias intensas. También reducen uno de los problemas de las grandes ciudades como es la contaminación acústica y protegen la biodiversidad.
Al absorber el dióxido de carbono (CO2), mejoran la calidad del aire y del agua y también reducen la temperatura urbana y el llamado efecto ‘isla de calor’, mitigando así los efectos causados por el cambio climático.
Equilibrio territorial y cohesión social
Parque La Viña en Puente de Vallecas
Los espacios verdes no son adornos: son infraestructuras básicas del espacio público. Tienen una utilidad social, ya que constituyen lugares de encuentro para la convivencia al aire libre.
Las actuaciones en esta materia llegan hasta los 21 distritos de la ciudad, eliminando los desequilibrios territoriales, revitalizando zonas degradadas y reduciendo así las desigualdades entre distintas zonas de Madrid.
El verde como modelo de ciudad
El Ayuntamiento ha programado para el periodo comprendido entre 2020 y 2025 nada menos que 124 intervenciones de transformación, mejora o conservación de zonas verdes. De ellas, 106 ya están finalizadas. Para ello ha invertido 109 millones de euros, una cifra que multiplica por 2,4 la del periodo anterior (44,6 millones). Estas actuaciones forman parte de la estrategia de medio ambiente y movilidad Madrid 360.
Cada una de las actuaciones se proyecta teniendo en cuenta criterios paisajísticos, medioambientales, educativos, sociales y de accesibilidad universal. No solo se crean nuevos parques, sino que se recuperan zonas degradadas, se conectan corredores ecológicos y se aplican soluciones basadas en la naturaleza para una gestión más sostenible de los recursos.
En la remodelación verde de un parque hay mucho por hacer más allá de la plantación de árboles y arbustos. Algunas de estas actuaciones son la construcción de sendas peatonales accesibles, la instalación de sistemas de drenaje sostenible y puntos de luz LED, la renovación de zonas infantiles inclusivas, la creación de nuevas zonas estanciales y áreas deportivas y caninas o la instalación de mobiliario urbano.
Algunas de las actuaciones más destacadas de 2025 han sido las del parque Pinar del Rey en Hortaleza, el parque Pinar de la Elipa en Ciudad Lineal y el parque de La Viña en Puente de Vallecas.
La ciudad de Madrid ha sido reconocida en varias ocasiones por su cuidado del arbolado y las zonas verdes. Es el único municipio español que durante seis años ha recibido el sello de ‘Ciudad Arbórea del Mundo’ (Tree Cities of the World) que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Fundación Arbor Day. El entramado verde de sus parques, rosaledas y jardines se completa con más de 5.000 vías urbanas arboladas que la convierten en una de las ciudades con mayor arbolado urbano del mundo.
