El espectáculo We women, una reflexión en torno a la mujer contemporánea a través de la danza, llega al Teatro Español avalado por un exitoso recorrido internacional desde que se estrenara en el Festival Grec en 2015 y la firma de una de las grandes de la danza contemporánea, Sol Picó. La creadora alicantina afincada en Barcelona, que recibió el Premio Nacional de Danza 2016, vuelve a pisar las tablas del Español con un proyecto colaborativo que fue además nominado a mejor coreografía en la pasada edición de los Premios Max.
El 15 y 16 de junio son los únicos días para ver en Madrid el último trabajo de la bailarina y coreógrafa, que cuenta con la dramaturgia de Roberto Fratini, reconocido creador y colaborador habitual de compañías y coreógrafos internacionales. We women es un proyecto colectivo, coreografiado a cuatro manos e interpretado a siete.
Para su creación, Picó ha buscado una mirada intercultural y se ha rodeado de referentes internacionales en el ámbito de la danza contemporánea: la francesa de origen beninés Julie Dossavi, que combina el hip hop con las danzas africanas; la india afincada en París Shantala Shivalingappa, maestra del ‘kuchipudi’, una danza típica del sur de la India tradicionalmente masculina; y la japonesa afincada en Berlín, Minako Seki, especialista del ‘butoh’ contemporáneo, danza tradicional que nació a raíz de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki y que se reservaba también a los hombres.
Esta mirada colectiva a cargo de artistas tan diversas en estilos y en origen se proyecta sobre una serie de interrogantes universales que cuestionan la situación de la mujer y su papel en el mundo actual, al que aún queda “un largo camino por recorrer”, según la directora de la pieza. A la interpretación de Sol Picó, Julie Dossavi, Minako Seki y Shreyashee Nag –bailarina india que sustituye a Shantala Shivalingappa- se suma la interpretación musical de Adele Madau (violín), Lina León (cante y flauta) y Marta Robles (guitarra).
Sol Picó define el proceso de creación colectiva como complejo por la disparidad de estilos, pero “más enriquecedor de lo habitual porque cada una aporta a la otra su mundo y te acabas quedando con un pedacito de cada una de ellas”. Elegir a las creadoras seleccionadas ha sido fruto de encuentros casuales; son artistas a las que conoció o en escena o dando un taller o en un evento común./