Serrería Belga acoge la exposición ‘Beethoven. Del corazón al corazón. Las series pictóricas de Andrés García Ibáñez’. Hasta el 23 de febrero estarán reunidas en este espacio cultural las pinturas del artista plástico Andrés García Ibáñez que conmemoran el bicentenario de la publicación de la Novena Sinfonía, de Ludwig van Beethoven, o Sinfonía Coral.

La exposición integra obras del pintor Francisco de Goya, coetáneo de Beethoven. Ambos tuvieron varias coincidencias tanto artísticas como biográficas. Se podrá ver La condesa de Baena con fuertes vínculos con la obra de Ibáñez y Escena de la Guerra de la Independencia (atribuido). Para la comisaria de la exposición Estrella Romero Jiménez a la hora de abordar la muestra destaca la capacidad artística de García Ibáñez del que añade que ha logrado crear una colección para el Museo Ibáñez de Olula del Río (Almería) de valor incalculable internacional.

En cuanto a la elección del espacio expositivo, la Serrería Belga, la comisaria se muestra más que satisfecha pues lo ve como un lugar privilegiado donde incluir cuadros de Goya y mostrar los frutos de muchos años de pinturas de Ibáñez (en torno a tres décadas) y, por su parte, de investigación.

Música y pintura

Romero Jiménez explica que la exposición no trata de representar elementos relacionados con la música o formas que se le parezcan, sino las emociones que asaltan al pintor al escuchar las melodías y que, posteriormente, plasma en el lienzo. Ventaja a la hora de obtener estos conocimientos que puede dar el hecho de que el artista esté vivo y pueda mantener conversaciones con él. “Es muy interesante poder explicar en esta exposición que escuchar música puede generar conexiones con recuerdos vividos e Ibáñez, con su lenguaje de artista, los pinta como resultado de su amor y audición de la música de Beethoven. Transmitir estos conceptos unidos, añadiendo las emociones, siempre fue un reto desde el principio del trabajo musicológico de la serie, pero la neuroestética tiene muchas respuestas que explican todo lo que ocurría en estos cuadros de visiones tan personales”, remacha.

La exhibición está pensada para todos los públicos. Huyendo un tanto del concepto musical sesudo, cada obra tiene cartelas con las composiciones musicales que las inspiraron. Asimismo, dispone de varias proyecciones y los textos de los muros están en primera persona para simular la lectura de una novela.

Un pintor entre el realismo español contemporáneo

Juan Manuel Martín Robles, doctor en Historia del Arte y director de la Fundación de Arte Ibáñez Consentino, define en su libro Andrés García Ibáñez. Un artista entre el Realismo y la visión crítica de la Contemporaneidad al artista almeriense como un creador de “personalidad poliédrica”.

Ibáñez se define a sí mismo como un realista español con ejemplos como Goya, Velázquez, Sorolla y Zuloaga. Distingue entre que Beethoven sea romántico y un propulsor de la corriente que sí inició con piezas como la Heroica o Sonata Claro de Luna. “En la Novena sinfonía está toda la evolución posterior de la música del siglo XIX y en sus últimos cuartetos y sonatas está ya la música experimental del siglo XX”; En su caso, se reconoce un pintor inmerso “en la tradición realista española, que viene de Velázquez y Goya, se renueva con Sorolla y Zuloaga a principios de siglo XX y llega hasta nuestros días en el marco de un Naturalismo de dicción expresionista en ocasiones, que se asocia a la idea de la ‘veta brava’, acuñada por Lafuente Ferrari”, detalla.

Para el oriundo de Olula del Río está mezcla entre música y pintura es, como afirma la comisaria, una cuestión emocional. “Yo ya conocía, por mi abuelo, las sinfonías de Beethoven antes de iniciar mis estudios universitarios. Durante estos, fui escuchando sistemáticamente la totalidad de la obra beethoveniana, porque sentía una afinidad expresiva y emocional con ella asombrosa. Llegó un momento en que alguna de mis obras pictóricas tenía una vinculación emotiva muy intensa con las del músico y, entonces, pensé en realizar una serie completa de obras que pudieran establecer paralelismos emocionales con las de Beethoven”, dice el artista.

Las primeras obras de esta muestra, de un total de 35 que vieron la luz, fueron El Destino, asociada a la Quinta sinfonía, y a continuación algunas de las dedicadas a sonatas.

Goya e Ibáñez

El que es considerado uno de los mayores exponentes del realismo cuenta que Goya es como un faro y una motivación a la hora de trabajar. “Es un autor contemporáneo, más vigente que otros más recientes. Todo está en él, todos los géneros y todas las ideas fundamentales asociadas al arte de hoy. Es una figura monstruosa.”, relata.

En definitiva, Ibáñez considera la exposición como una forma de acercarse al pathos beethoveniano desde su experiencia personal sin trucos ni artificios. Lo considera una aproximación emocional a la obra del compositor alemán desde vivencias personales de un autor de hoy.

Esta muestra, forma parte del eje expositivo de Serrería Belga en alianza con destacados agentes culturales como la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y la Fundación Zuloaga.