Más de 50 personas, representando a 25 entidades y 6 Áreas de Gobierno municipales, participaron virtualmente en la asamblea para evaluar el último año de la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible

 

La necesidad de incidir en la sensibilización y la difusión de las acciones, de seguir profundizando en la coordinación y participación, de incorporar la sostenibilidad transversalmente y de aplicar un enfoque de derechos, son algunas de las principales propuestas del trabajo en grupos.

 

El pasado jueves 3 de diciembre se celebró la segunda Asamblea de evaluación de la  Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible de la ciudad de Madrid. Este encuentro virtual se desarrolló durante toda la tarde, y hubo espacio para presentaciones de proyectos municipales y para trabajo en grupos con el fin de evaluar y proponer mejoras en la Estrategia.

Representantes de más de 25 entidades, y de 6 Áreas de Gobierno municipales siguieron el acto, con una presencia destacada de mujeres (el 75% de las personas inscritas). Hubo representación de personal técnico municipal, universidades y centros de investigación, entidades sociales y vecinales, organizaciones sectoriales, colegios profesionales y otros representantes del sector económico.

El Concejal Delegado de Internacionalización y Cooperación, Santiago Saura, dio la bienvenida a las personas participantes y destacó la importancia de la iniciativa municipal para lograr sistemas alimentarios más sostenibles, seguros y resilientes, enmarcándola en acuerdos y estrategias internacionales de referencia, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda Urbana, el Pacto de Políticas Urbanas Alimentarias de Milán, o el Pacto Verde Europeo y su Estrategia De la granja a la mesa. Recordó también la adhesión de Madrid a la Declaración de Valladolid para el impulso de sistemas agroalimentarios locales frente a los riesgos globales, presentada el pasado octubre en el encuentro anual de la Red de Ciudades por la Agroecología. Finalmente destacó la dificultad de mantener en marcha espacios de participación en el contexto actual, y el esfuerzo realizado en la Mesa de Seguimiento del Pacto de Milán y en esta Asamblea. Agradeció la amplia participación en la Asamblea y la diversidad de personas interesadas en coordinar, mejorar y enriquecer las políticas alimentarias de la ciudad.

A continuación, se sucedieron las presentaciones de proyectos municipales. En primer lugar, Paz Valiente, del AD de Internacionalización y Cooperación, ofreció una panorámica general de los ejes de actuación y las actividades más recientes desarrolladas en la Estrategia. Concluyó que en estos dos años de desarrollo, la Estrategia y la mesa han posibilitado que se realicen medidas coordinadas entre distintas Áreas municipales, destacó la importancia de la colaboración entre distintas administraciones, y de mejorar la resiliencia alimentaria de la ciudad. Anunció que se está elaborando un conjunto de indicadores para medir el impacto de las medidas desarrolladas en la Estrategia.

Por parte de las Áreas de Gobierno, Bárbara Vázquez, del AG de Familias, presentó el trabajo de alimentación saludable y sostenible en las 68 Escuelas Infantiles de la Red Municipal, que han permitido a las niñas y niños aprender a comer con placer de manera saludable, y compensar desigualdades, destacando que es una experiencia que puede irradiarse a otras etapas educativas.

Mercedes Ceínos, de Madrid Salud, explicó el programa de Alimentación, Actividad Física y Salud (ALAS), destinado a fomentar un estilo de vida saludable, que tiene un recorrido de 10 años de trabajo con población general y en riesgo, y ha sido adoptado como modelo de intervención en otras ciudades.

Mar Ureña, del AG de Familias, se centró en los programas municipales para garantizar el derecho a la alimentación y la respuesta a la situación COVID: las ayudas a la alimentación, el servicio de comidas a domicilio para mayores, los comedores sociales y centros de acogida, o el programa Alpan.

Luis Molina, del AG de Medio Ambiente y Movilidad, presentó el Programa de huertos urbanos solidarios, que ha canalizado la respuesta de los movimientos asociativos ante la emergencia alimentaria, permitiendo el acceso a productos hortícolas y visibilizando la importancia de la producción de proximidad.

Silvia Villacañas y Mar Moralejo, del AG de Desarrollo Urbano, presentaron el proyecto Barrios Productores, que tiene por objetivo fomentar la economía verde, y realizar mejoras ambientales y sociales en los barrios. Para ello se basan en una fuerte red de colaboraciones dentro y fuera del Ayuntamiento.

Finalmente Ainhoa García, de Mercamadrid, presentó las acciones de apoyo al Banco de Alimentos, con más de 100 empresas de Mercamadrid comprometidas como donantes, y 139 entidades sociales destinatarias.

Por parte de la DG de Comercio y Hostelería se disculpó la ausencia y se envió una presentación sobre su campaña de reducción de envases y plásticos:

Esta primera parte de la asamblea se retransmitió en vivo por el canal de youtube del Ayuntamiento, y se puede ver pinchando aquí.

Tras un breve descanso las personas participantes se dividieron en grupos para trabajar sobre los distintos ejes de actuación de la Estrategia Alimentaria. Plantearon cuáles habían sido los avances más positivos de cada medida, en qué se podría mejorar su aplicación, y cómo seguir trabajando en los próximos años. Plantearon también nuevas iniciativas que actualmente no se recogen en la Estrategia, para comenzar a pensar en su actualización. El documento resúmen de los talleres puede descargarse pinchando aquí.

En la puesta en común del trabajo de los grupos hubo consenso en algunas ideas destacadas, como la necesidad de aumentar la difusión y comunicación de las actividades que se están realizando; o de seguir profundizando en la coordinación y la cooperación dentro y fuera del Ayuntamiento, contando con las entidades y personas que están trabajando estos temas.

Además hubo propuestas concretas elaboradas en los distintos grupos como la de implementar sistemas de transmisión de conocimiento y aprendizaje en espacios sociales, y buscar alianzas con otras ciudades y organismos internacionales. Se incidió en la necesidad de incorporar a todas las actuaciones una visión compleja que considere sostenibilidad y salud de forma conjunta, y de superar el asistencialismo para aplicar un enfoque de derechos. Se propuso reducir la burocracia para las ayudas y mejorar las ordenanzas municipales, continuar con el trabajo en los criterios de sostenibilidad en la compra y contratación pública, activar recursos en los distritos, o trabajar en la reducción del desperdicio alimentario.