• Se reanudan Los Laboratorios de Cultura con el deseo de hacer un diagnóstico de la situación de los centros de distrito y la situación de la cultura de proximidad en nuestra ciudad.
  • Las Áreas de Cultura y Coordinación Territorial se unen para impulsar este Laboratorio que se extenderá hasta marzo en tres momentos diferenciados.
  • El objetivo es trazar, en colaboración con el tejido cultural, los responsables municipales y la ciudadanía, las claves para un plan de activación y mejora de los centros de distrito.

Un plan de activación y mejora para los Centros Culturales de Distrito

Uno de los grandes retos que afronta la ciudad en el momento presente es el desarrollo de un modelo cultural que pueda compensar la tendencia centralizadora de los últimos tiempos. Junto al deseo de preservar la calidad y proyección cultural alcanzada en los años recientes por las grandes instituciones de referencia, surge la prioridad de hacer una apuesta por el reequilibrio territorial, el apoyo a la pluralidad y a la diversidad del tejido cultural, así como la recuperación del papel protagonista de la ciudadanía como agente cultural.

A día de hoy, Madrid cuenta con 90 centros culturales de proximidad (más de 30 cuentan con un auditorio entre sus infraestructuras) repartidos en los 21 distritos y dependientes de la Dirección General de Programas y Actividades Culturales. Dichos centros cuentan con un cuerpo de trabajadores de 203 personas y tienen un presupuesto en programación de actividades, talleres, representaciones y fiestas anual de 18.784.369 euros. El último año se celebraron en ellos 7.102 actividades. Pero estas cifras absolutas no corresponden a una imagen homogénea de la cultura de proximidad de la ciudad. Existen diferencias territoriales de inversión, impacto de actividades y participación que hay que resolver.

Relatograma de la jornada. (CC) Clara Megías
Relatograma de la jornada. (CC) Clara Megías

 

Por lo tanto, y desde una perspectiva descentralizadora, es la hora de preguntarnos: ¿Qué cultura queremos en nuestros barrios? ¿Qué papel pueden jugar los centros de distrito en esta reactivación de la cultura barrial? ¿Cómo quiere la ciudadanía implicarse en la gestión de sus centros de proximidad? ¿Qué podemos rescatar de lo que ya está sucediendo? ¿Qué debemos desterrar? ¿Cómo hacer de los centros de distrito un espacio abierto que escuche la cultura que se produce en el barrio y que catalice la que podría suceder?

Estas y otras fueron las cuestiones que acompañaron la primera sesión del cuarto Laboratorio de Cultura: Centros de Distrito y Cultura de Proximidad, Nuevas formas de gestión, producción y programación. Se certificaron las ganas y la necesidad de un plan de activación y mejora de los Centros Culturales de Distrito que se haga cargo de la complejidad actual y que ponga en marcha políticas adaptadas en tiempo y forma a cada distrito.

¿Cuál es la situación actual de la Cultura de Proximidad en la ciudad?

El objetivo de esta primera sesión era reunir a un nutrido y diverso grupo de personas con distintas implicaciones en la vida cultural de los barrios para esbozar conjuntamente un estado de la cuestión. Con el fin de ubicar institucional y políticamente la cuestión, José Haro, Jefe de Gabinete del Área de Cultura y Deportes y Eloy Cuéllar, Coordinador General del Área de Coordinación Territorial y Asociaciones, hicieron un bosquejo de la situación en la que nos encontramos y un recorrido por los principales puntos que ambas Áreas consideran básicos para la puesta en marcha del plan de reactivación.

La situación de partida nos muestra cómo muchos centros de distrito resultan anquilosados, burocratizados y saturados, e impulsados por inercias donde la escucha a las personas y el acompañamiento a proyectos queda en segundo plano. Centros de distrito poco articulados internamente y necesitados de un plan que posibilite un proceso de adaptación y transformación. En torno a esta realidad reflexionaron responsables municipales, agentes culturales y ciudadanía en general, durante las dos sesiones de trabajo que tuvieron lugar en Medialab-Prado con el fin de elaborar una suerte de diagnóstico pueda servir de punto de partida y brújula de aquí en adelante. En este vídeo se puede ver la presentación completa emitida por vídeo streaming:

 

Se subrayó la necesidad de actuar desde diferentes ámbitos y con varios puntos en el horizonte: la necesidad de entender el acceso a la cultura como derecho, el papel clave de la participación de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones, el reequilibrio de los territorios que históricamente se han visto más desfavorecidos, la innovación administrativa, diseño y puesta a disposición de recursos y herramientas para favorecer la descentralización, así como el apoyo al tejido cultural de la ciudad. La cautela y la constancia serán también fundamentales para ver cómo éstas claves van tomando cuerpo en los distritos.

Pero no empezamos de cero

Los investigadores en políticas culturales Georges Yúdice y Javier Rodrigo (Transductores), acercaron el concepto de Cultura de Proximidad a través de experiencias piloto de cultura comunitaria en ciudades de América Latina y en Barcelona. Proximidad entendida como un concepto activo, asociado a la implicación directa de la ciudadanía en la producción de la cultura de los barrios y relacionado transversalmente con otros ámbitos desde un punto de vista comunitario, como la salud, la educación o la economía social. En sus intervenciones se compartieron conceptos clave en cualquier voluntad de descentralización de la cultura, como la soberanía cultural, la necesidad de crear nuevas narrativas frente a la inercia centralista y espacios transversales donde articular políticas culturales con diferentes áreas de la administración.

Georges Yúdice en un momento de su presentación.
Georges Yúdice en un momento de su presentación.

Después de esta apertura de marco, representantes de distintos proyectos innovadores actualmente en curso dentro de los distritos y en relación con los centros de proximidad como Madrid Activa, lntermediae Expandido, Villaverde Experimenta, Biblioteca Municipal Huerta de la Salud (Hortaleza), el proceso de creación del Centro Cultural y Juvenil Zofío (Usera) y la FRAVM, desgranaron sus prácticas y evaluaron sus experiencias. Se constató que, a pesar de la magnitud de la empresa, no se empieza de cero. Hay muchos aspectos positivos a destacar e hilos desde los que hacer palanca. Escucha, mediación, invención y adaptación a las realidades fueron las claves más repetidas. Estos proyectos encarnan la posibilidad de los Centros Culturales de Distrito como catalizadores de la cultura comunitaria, capaces de revelarse como espacios plurales y abiertos de referencia vecinal.

Elaborando un diagnóstico colectivo

En el segundo día de las jornadas, los participantes se dividieron por mesas para abordar la tarea de la realización del diagnóstico, objetivo crucial de este Laboratorio. Basándose en la detección de amenazas y oportunidades, cada mesa volcó en un marco común lo recogido en las mesas. El mapa de factores identificados mostró en su mayoría carencias en torno a los Centros Culturales, aunque también se encontraron factores positivos a estimular y sobre los cuales construir tanto desde la esfera pública como civil.

Un momento de la elaboración del diagnóstico colectivo. Foto (CC) Lukasz Michalak
Un momento de la elaboración del diagnóstico colectivo. Foto (CC) Lukasz Michalak

 

Los puntos centrales sobre los que arrojó luz el diagnóstico fueron:

  • La transformación de los modelos de gobernanza y gestión, tanto de los propios centros como en relación con las Juntas de Distrito y el propio Ayuntamiento. La consigna ‹‹Queremos las llaves›› fue repetida como lema que va mucho más allá de un ánimo de participar: denota voluntad de implicación e intervención colectiva en los espacios y sus contenidos.
  • La necesidad de hacer la gestión de recursos e infraestructuras más abiertos y participados. Los centros adolecen de una falta de recursos que imposibilitan impulsar innovaciones y sepultan el día a día en inercias propias de la precariedad. Esta carencia no es solo económica, sino de personal y de horarios de apertura.
  • El deseo de pensar colectivamente en cómo y qué se programa. ¿Cómo integrar la mayor amplitud de necesidades en base a las infraestructuras disponibles?
  • La creación de una serie de herramientas y procesos facilitadores que se puedan compartir como red por todos los Centros de Distrito.
  • La puesta en valor del papel de la comunicación a todas las escalas: la comunicación de los centros con sus usuarios y de los centros con sus Juntas de Distrito y entre sí.

¿Cómo seguimos?

Con este diagnóstico como punto de partida, la siguiente sesión de este cuarto Laboratorio se celebrará a finales del próximo mes de enero en un centro de proximidad (todavía por determinar) en el que se se abordará con qué medidas y propuestas concretas se pueden llevar a cabo las implementaciones en las mejoras que esta primera sesión del Laboratorio ha dejado sobre la mesa. El camino ya está en marcha.

Puedes explorar más acerca de este Laboratorio en Twitter, a través del hashtag #LaboratoriosMadrid.

En este listado de enlaces se puede consultar toda la documentación disponible relacionada con este segundo Laboratorio: