A fuerza de ver en los estantes del supermercado todo tipo de frutas y hortalizas en cualquier época de año, ya no tenemos los referentes culturales que nos permiten saber a qué estación corresponde la cosecha de cada uno de los productos.
Existen muchas formas de conservar los excedentes de las cosechas de temporada durante meses y de esta forma hacer uso de ellas a lo largo del año. A la hora de plantearnos conservar los alimentos, debemos conocer sus características ya que serán determinantes en la elección del método de conservación. Si conocemos y usamos varios sistemas de conservación obtendremos mejores resultados que si nos restringimos solo a uno.
Englobadas bajo el nombre de melocotoneros (Prunus persica) hallamos infinidad de variedades con características particulares y, a menudo, muy diferenciadas (fresquillas, paraguayas y nectarinas son variedades de melocotón).
Esta fruta podemos conservarla:
En fresco: dependerá de la cantidad de agua que contienen. Las variedades de carne dura provenientes de cultivo ecológico y en condiciones optimas de cultivo (riego y abonado) pueden durar 4 semanas sin estropearse.
En almíbar:se pueden conservar enteros, partidos en dos sin hueso o troceados. La cantidad de azúcar dependerá del grado de dulzor que deseemos.
Mermelada: según lo tierna o dura que sea la carne debemos cocerlos durante más o menos tiempo. La adicción de un poco de zumo de limón evita la oxidación de la fruta y mejora su capacidad de conservación.
Desecado: los melocotones de carne tersa son fáciles de desecar. Los pelaremos, retirando cualquier zona dañada, y los cortaremos en dados o láminas de 1 cm de grosos. Les añadiremos un poco de zumo de limón por encima para que no se oxiden fácilmente.
Te invitamos a conocer un poquito más sobre este árbol y su rica fruta y a cómo elaborar una rica Mermelada de melocotón