La celebración del día del Medio Ambiente, discurrió con actividades en torno a la alimentación sostenible y el Pacto de Milán. Hubo espacio para enterarse sobre los huertos urbanos, los comedores escolares ecológicos, el comercio justo, los parques agrarios, la venta directa de hortelanas y productores cercanos a Madrid, así como aprender sobre multitud de iniciativas para reducir el desperdicio alimentario y diversas campañas ciudadanas en defensa de los suelos, de la agroecología y de otro modelo de alimentación.
Ideas que se abren paso
En medio de tanta actividad, creamos un espacio para alimentar la estrategia alimentaria de Madrid, que está diseñándose justo ahora. Fue un espacio en el que escuchamos las ideas que nos quisieron contar y les dimos forma de dibujo, con ilustraciones que quedaron en un panel, desde el que invitamos a pensar cómo desde el acto cotidiano de comer se pueden conseguir cambios que benefician al medio ambiente, al planeta y a las personas que lo habitamos.
Fue muy positivo ver cómo hay una considerable sintonía entre lo que escuchamos en la calle, en el paseo del Prado, y lo que se está generando en los talleres participativos. Parece que bastantes principios, que ayudarían a hacer más sostenible el modelo alimentario, forman parte ya de nuestro imaginario colectivo. Un buen punto de partida para ese gran reto que es convertir las ideas en realidad. Os dejamos aquí una pequeña muestra de la sabiduría popular, que van más allá de lo que se puede pedir a las políticas públicas:
Porque cocinar No es perder el tiempo
Entusiasta, enérgica y muy convincente, Charo vecina del Pozo del Huevo, nos insistía en la importancia de recuperar el gusto por la cocina, el tiempo para cocinar y compartir. Ella lo tiene claro, cocinar No es perder el tiempo.
Muchas voces escuchamos que estaban muy sensibilizadas con la necesidad de reducir la generación de residuos, de envases y plásticos asociados al consumo de alimentos. Frente a los alimentos cada vez con más envoltorios y con dosis más pequeñas, se demandaba más compra a granel e incluso, habilitar espacios en las comunidades de vecinos para compras comunitarias. Y apoyar también producciones más cercanas, reduciendo las necesidades de transporte y el impacto que este tiene en el medio ambiente.
Muchas otras ideas: para fomentar y favorecer dietas saludables, educación nutricional, espacios para huertos o cambios normativos… Múltiples ideas, semillas para una estrategia alimentaria, que atenderemos con cuidado para que vayan creciendo hasta dar frutos.
Otras semillas, estas reales, de cebollas y tomates, procedentes del Área de Medio Ambiente, estuvieron también presentes. Cientos de personas, de todas las edades pudieron preparar pequeoás macetas de fibra de coco, con semillas, bajo el lema «Siembra un Madrid para comértelo».