Nombre común: Solanum tuberosum.

Familia: Solanáceas

La patata es fundamental en nuestra dieta y gastronomía, y una excelente aliada para hablar de historia…

La patata o papa es un cultivo muy antiguo que comenzó a cultivarse hace unos 8000 o 5000 en los Andes del Sur y lo que hoy es Perú y Bolivia. Estos pueblos cultivaban muchísimas variedades de papa. Los europeos la trajeron en sus viajes de vuelta, y al principio consumían sus frutos, apareciendo casos de envenenamiento y ciertos prejuicios. Su historia es apasionante….

Se trata de una planta anual, que se siembra directamente en la tierra, utilizando el tubérculo. Podemos sembrar mitades de patata, siempre asegurándonos de que hay yemas en ambas mitades. Se reproduce vegetativamente y por lo tanto se necesita una buena patata “madre” para trocearla del tamaño de una pelota de tenis y obtener buenas patatas “hijas”.

 

La época de siembra va de finales de invierno y primavera: entre febrero y marzo para la patata temprana, y en julio/agosto para la patata tardía.

Necesita suelo profundo, mullido y nutrido. También es exigente en agua de manera continuada. No le gustan las temperaturas demasiado cálidas.

Cuando empiece a aparecer la planta, es importante aporcarlas, para aumentar la superficie de suelo en torno a sus raíces, ya que es la parte que queremos desarrollar. Esta tarea consiste en ir añadiendo tierra sobre la planta, sin llegar a enterrarla del todo.

La forma tradicional de sembrarlas es en surcos, y riego por inundación. Si las queremos plantar en un bancal del cole, tendremos en cuenta que hay que hacer un surco sobre el que después ir echando tierra. Pero también la podemos sembrar en cajas, cubos, macetas o sacos, siempre teniendo en cuenta que el volumen ideal del contenedor son unos 20 o 30 L.

 

La cosecha se realiza cuando las hojas de la planta están completamente secas. Las patatas tempranas se comienzan a recoger en junio y las tardías en agosto o septiembre.