Una de las novedades de este curso 2017-2018 es que hemos incorporado a los repartos en los centros plantel de otoño- invierno, procedente del Vivero de Estufas de El retiro. Y en ese plantel, seguramente os habéis dado cuenta, han aparecido algunos cultivos que muchos y muchas desconocíais, o que habíais escuchado hablar de ellos a abuelos y abuelas. Es el caso de las collejas, la borraja, el cardo….
Hay muchas plantas silvestres que hace tiempo se recolectaban para su uso culinario o medicinal, llegando incluso en ocasiones a formar parte fundamental de la dieta diaria de nuestros antepasados/as. Desde el Vivero de Estufas de El Retiro se ha querido recuperar algunas de estas variedades para su cultivo y conocimiento en los huertos escolares y comunitarios.
Es el caso de las collejas (Silene vulgaris), una verdura silvestre comestible, muy usada tradicionalmente, pero que ha ido perdiendo su fama y distribución… También se la conoce como hierba conejera. Crecen en los márgenes de las tierras cultivadas y los arcenes y costaba mucho eliminarlas, pero han ido desapareciendo mucho por culpa del uso excesivo de los herbicidas.
Es una planta herbácea y vivaz, que puede agostarse finales del verano o con la llegada del frío, volviendo a brotar rebrotando cuando la condiciones son optimas. En este sentido, al ser vivaz, se mantiene gracias a un denso sistema de estolones o tallos subterráneos, creando colonias densas de rosetas de hojas. De esas rosetas, surgen en primavera tallos portadores de flores en forma de saco. A veces recibe también el nombre de farolillos, debido a la forma característica de sus flores.
Por las características comentadas sobre su manera de reproducción tendremos en cuenta que es un cultivo que estará durante varias temporadas en el huerto, por lo que puede interesarnos destinar un bancal o maceta separada del resto, como en el caso de las fresas. Recordemos que puede ser considerada una «mala hierba» por sus características, a veces, invasivas.
Además de ser muy nutritiva, con altas cantidades de calcio y magnesio, contiene antioxidantes y es depurativa. La recolección de las collejas consiste en cortar los brotes tiernos, procurando recoger el máximo de hojas tiernas y de no arrancar las raíz, para que en la próxima temporadas podamos disfrutar de una nueva recolección de esta verdura. Además esta recolección debe hacerse antes de la floración. Esta tarea puede realizarse varias veces a lo largo del cultivo. Disfrutaremo tanto de sus tallos como de sus hojas, tanto en crudo como salteadas o en guiso. POr ejemplo, en una tortilla.