Hablamos de… Betty Molesworth
Esta historia nos hará recorrer el mundo entero ya que comienza literalmente en el lugar más alejado del planeta, en nuestras antípodas, y concluye en el sur de la Península Ibérica. La protagonista de tan extenso periplo, con escala en el sureste asiático, es Betty Molesworth.
Nació en Opotiki (Nueva Zelanda) en 1913, y es fácil deducir de donde le vinieron tanto su vocación profesional como su espíritu viajero, ya que su padre era un granjero parisino aficionado a la ornitología y su madre una gran amante de la jardinería natural de Londres. Los grandes protagonistas en su infancia y juventud fueron, por tanto, las plantas que aprendía a reconocer junto a su madre, y los pájaros que identificaba en compañía de su padre; y también, por desgracia, los hospitales que hubo de visitar con frecuencia con motivo de graves dolencias que sufrió durante aquellos años.
[Imagen: Betty Molesworth, incluida en la Agenda Feminista de la Diputación de Cádiz. Fuente: citada Agenda]
A causa de sus problemas de salud no consiguió graduarse en la universidad, pero no por ello dejo de estudiar, centrando sus esfuerzos especialmente en el campo de la biología sistemática. En este contexto encontró el área de estudio que iba a protagonizar la mayor parte de su carrera, el de de las plantas Pteridophytas, o dicho más coloquialmente, los helechos.
Durante un tiempo llegó a ser botánica del Museo de Auckland hasta que en 1948 se casa con el ornitólogo y fotógrafo Frank Geoffrey Allen. A partir de entonces, el matrimonio comienza a viajar por distintos destinos del sureste asiático como Borneo, Tailandia o Malasia. Durante esos viajes, y en pos de sus investigaciones, se adentraron en lo más profundo de las selvas y afrontaron todo tipo de peligros. Gracias a sus amplísimos conocimientos acumulados sobre flora tropical, Molesworth trabajó también para el Jardín Botánico de Singapur. Sin embargo, la situación se volvió peligrosa en la región por el surgimiento de varios movimientos armados, y el riesgo ya no era asumible y se trasladaron para seguir sus investigaciones.
Llegaron a la localidad gaditana de Los Barrios, donde se instalaron en 1963. El Estrecho de Gibraltar era un lugar interesante para observar el paso migratorio de las aves, así como una región de interés botánico y natural, influenciada también por su cercanía con África.
Betty Molesworth se dedicó durante años a recorrer la zona en busca de helechos y realizando importantes descubrimientos. El más destacado fue posiblemente el hallazgo entre unas rocas de una colonia de Pislotum nudum, y que publicó en un breve artículo de 1965 en The British Gazette. Resulta que este helecho, del que apenas hay 200 ejemplares, tiene una distribución muy restringida: exclusivamente la región macaronésica y -tal como descubrió Molesworth- la provincia de Cádiz. También descubrió la presencia de Arisarum proboscideum, la cuál se consideraba completamente descartada en la Península Ibérica por parte de los más prestigiosos botánicos. Durante este tiempo llevó a cabo la publicación de numerosos artículos en prensa, a través de los cuales daba a conocer al mundo las particularidades de la flora europea, ibérica y andaluza.
[Imagen: Psilotum nudum, Jardín Botánico de Sydney. Autor: Tony Rodd (CC BY-NC-SA 2.0)]
Pese a ser relativamente desconocida llegó a ser reconocido su trabajo por la Sociedad Linneana de Londres, la New Zealand Women and Science y la propia Reina de Inglaterra la nombró Officer of the British Empire. remarcamos que dejó huella en su tierra de adopción, y en 1991 fuera nombrada Hija Predilecta de Los Barrios. Aunque su mayor legado fue que, descubriendo y revelando la riqueza botánica de la zona, sentó las bases de lo que sería el Parque Natural de los Alcornocales cuya extensión se solapa en gran parte con su área de estudio, y que es considerado el único bosque subtropical de Europa.
Betty Molesworth, “la reina de los helechos”, vivió en su finca de los Barrios, “Villa Coca” el resto de su vida, falleció en 2002 y se encuentra enterrada en este mismo municipio.
¿Cómo puedo saber más sobre Betty Molesworth y su legado?
El Parque Natural de los Alcornocales, es una visita perfecta para acercarse al legado de Betty Molesworth, y sentirse en su piel descubriendo sus tesoros botánicos. También resulta un lugar interesante desde el punto de vista de su fauna e historia, ya que cuenta con importantes hallazgos de pinturas rupestres en sus cuevas.
[Imagen: Parque de los Alcornocales. Fuente: Turismo de Cadiz (CC BY-NC-SA 2.0)]
Otra visita interesante en la zona, es el Parque Botánico Betty Molesworth de Los Barrios, inaugurado en su honor en 1995.
El Herbario de la Universidad de Sevilla contiene especímenes que ella misma recogió y lego posteriormente. Por otra parte, esta misma universidad edita una revista especializada en botánica, en la que Molesworth publicó. La revista puede consultarse online: Lagascalia | Editorial de la Universidad de Sevilla (us.es), sin embargo la búsqueda es complicada al no poder realizarse por autores. (Podéis encontrar un artículo suyo en el Volumen 1 de 1971).
“Ahora tienen senderos, escalones y pasamanos hasta la cima. Nunca lo hicieron cuando lo subimos. Tuvimos que abrirnos camino a través de la jungla. ¡Esos hombres tuvieron todo ese tiempo en ese barranco y no recolectaron un solo helecho! Habría dado cualquier cosa por meterme en eso. ¡Que desperdicio!”
Betty Molesworth , en referencia a una unidad del ejercito británico que acusó cierta dificultad en atravesar un barranco, mucho tiempo después de sus exploraciones en la zona.
Desde Madrid Ambiental os ofrecemos varias actividades que nos permiten explorar y descubrir los misterios de la flora, en este caso la que alberga una gran ciudad como Madrid. Y no solo hablamos de grandes árboles, si no de la que se esconde incluso en los lugares más recónditos, como los helechos entre las rocas que supusieron el gran descubrimiento de Molesworth. Esa es la idea de base de la actividad Plantas Callejeras en el que identificaremos plantas herbáceas que brotan de manera espontánea en los lugares más inhóspitos de la ciudad. Tanto para inscribiros a las mismas como para sugerirnos cualquier tema o actividad, os esperamos en proambiental@madrid.es.
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