Hablamos de… Ángeles Alvariño

 

Solo cuatro españoles son mencionados en la lista de los 1000 científicos más importantes de la historia de la Encyclopedia of World Scientist, tres de ellos hombres: Santiago Ramón y Cajal, Severo Ochoa y David Cardús. Y solamente una mujer nacida en nuestro país ha recibido tal distinción, lo que sin duda habría de proporcionarle merecida fama. Sin embargo, la fama no responde siempre a razones justas, y es posible que el nombre de Ángeles Alvariño nos recuerde más al moderno buque oceanográfico llamado así en su honor y popularizado recientemente por su intervención en la resolución de un crimen, que a ella misma.

 

Buque Ángeles Alvariño

[Imagen: Buque oceanográfico Ángeles Alvariño. Fuente: Galicia Confidencial]

Nacida en El Ferrol en 1916, se trasladó a Madrid en 1934 para cursar estudios universitarios en Ciencias Naturales. Durante su estancia en nuestra ciudad se alojó en la Residencia de Señoritas hasta que debió interrumpir sus estudios por el comienzo de la Guerra Civil, momento en el que decide regresar a El Ferrol. Aprovecharía este tiempo para el aprendizaje de idiomas, especialmente el inglés que le sería de gran utilidad en el futuro.

 

Ángeles Alvariño

[Imagen: Ángeles Alvariño. Fuente: mujeresconciencia.com]

Finalizada la guerra pudo continuar y concluir sus estudios. y tras un breve periodo como docente en Galicia regresó a Madrid donde su esposo, con el que había contraído matrimonio en 1940, había sido destinado en su condición de ingeniero naval militar. Consiguió entonces ser admitida como becaria en el Instituto Español de Oceanografía, todo un hito en la época ya que por aquel entonces no admitían mujeres.

Tras un breve paso como investigadora por el Centro Oceanográfico de Vigo llego la oportunidad que cambiaría su vida. En 1953 recibe una beca del British Council para trabajar en la Marine Biological Association de Plymouth, y esto a su vez le permite convertirse en la primera mujer en embarcarse como científica en un barco de investigación británico. Gracias a ello podrá intensificar sus investigaciones sobre el zooplacton e ictioplacton y descubrir los quetognatos (“gusanos-flecha”) que actúan como indicadores del desplazamiento de las aguas oceánicas.

 

quetognato

[Imagen: Quetognato bentónico. Fuente: Cifonauta, Banco de Imágenes de Biología Marina]

Esta experiencia le abriría puertas que por el bien de su carrera, pero desafortunadamente para la ciencia de nuestro país, le iban a alejar definitivamente de España donde apenas habían tenido eco sus progresos. En 1956 recibe una subvención que le permitirá continuar sus investigaciones en la Woods Hole Oceanographic Institution de Masachussetts. En adelante será en Estados Unidos donde desarrollará el resto de su carrera científica, obteniendo más adelante un puesto en el Instituto Scripps de Ocenografía, en California, y posteriormente, en 1970 como Biologa Investigadora en el Southwest Fisheries Science Center. Aún conservaría relación investigadora con España, donde lograría el doctorado en 1967, y publicaría en 1969 su último trabajo para el Instituto Español de Oceanografía: Los quetognatos del Atlántico, distribución y notas esenciales de sistemática.

Como resultado de su trabajo encontramos más de un centenar de publicaciones científicas, el descubrimiento de 22 nuevas especies animales entre quetognatos, sifonóforos y medusas, y un amplio conocimiento sobre la ecología de los océanos. Incluso tuvo un papel importante en luchar por la discriminación de género en el ámbito de la ciencia que ella misma sufrió y denunció incluso ante el gobierno norteamericano.

 

Sinoforo

[Imagen: Sinóforo. Fuente: wikimedia. CC BY 3.0]

Se jubiló en 1987, pero continuó publicando y colaborando con diferentes expediciones en calidad de científica emérita. En estos últimos años mostró también interés en divulgar el pasado de la investigación científica en España como muestra el manuscrito en el que estaba trabajando en el momento de su muerte, ocurrida en 2005 en San Diego, California. Este trataba sobre las aves y animales marinos descubiertos por la expedición de Malaspina, primera de carácter científico en nuestra historia.

 

¿Cómo me puedo saber más sobre Ángeles Alvariño y su legado?

A parte del mencionado España y la primera expedición científica oceánica, 1789-1794: Malaspina y Bustamante con las corbetas Descubierta y Atrevida publicado por la Xunta de Galicia; escribió varios libros, e infinidad de artículos científicos. Además podemos encontrar su nombre en una especie de quetognato (Aidonasagitta alvarinoae) y otra de medusa (Lizzia alvarinoae).

El citado Encyclopedia of World Scientist que la incluye entre los principales científicos de la historia está disponible en Encyclopedia of World Scientists – Elizabeth H. Oakes – Google Libros. Casualmente el apartado que la cita está disponible en la vista previa que se ofrece como muestra, sin necesidad de descargar el libro.

La Residencia de Señoritas donde Alvariño se alojó en Madrid es actualmente sede de la Fundación Ortega-Marañón, en la calle Fortuny, y cuyos jardines visitamos en nuestras visitas guiadas de Jardines Escondidos.

“He nacido en una noche de huracán. Volaban tejas, caían arboles y murallas. Así me embelesa el viento, el mar furioso y las olas bravas y arrogantes batiendo las costas graníticas. Y así es también mi carácter”

Ángeles Alvariño

 

Como decía la canción, “aquí no hay playa”, así que puede parecer complicado que nuestras labor divulgativa, en el contexto de la ciudad de Madrid, pueda acercarnos al legado de Alvariño. Pero, ¿estamos seguros de que nada en nuestros hábitos, nuestra gestión de los residuos, del agua o de la energía, puede repercutir en los ecosistemas marinos? Sea o no el caso, os invitamos, como siempre, a acompañarnos en nuestro propio viaje de exploración a través de nuestras actividades. Os esperamos en: proambiental@madrid.es

 

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