Hablamos de… Wangari Maathai

 

Los vínculos que existen entre la defensa de los derechos humanos, especialmente de las mujeres y de la democracia por un lado, y la defensa del medio ambiente por otra, son más fuertes de lo que podemos llegar a pensar. Si hay alguien que ejemplariza perfectamente estos vínculos esa es la ganadora del Premio Nobel de la Paz: Wangari Maathai.

Maathai nacio el 1 de abril de 1940 en Nyeri, Kenia, que por aquel entonces aún era colonia británica. Era hija de agricultores pertenecientes a la etnia kïküyü, la más numerosa del país, y desde los once años recibió formación en St. Cecilia’s Intermediate Primary School, un internado católico donde aprendió inglés y destacó como la mejor estudiante. Esto le dio la oportunidad ser seleccionada en 1960 como beneficiaria en el programa de becas de la Fundación Joseph Keneddy Jr. De este modo pudo recibir educación superior en Estados Unidos. Fue en Pittsburg, mientras estudiaba un Master en Ciencias Biológicas cuando comenzó a asistir a eventos reivindicativos por la protección del medio ambiente.

Wangari Maathai

[ Imagen: Wangari Maathai. Fuente: eu.boell.org]

De regreso a Kenia encontró dificultades para encontrar empleo, que ella atribuyo a prejuicios tribales y de género. Continuó sus estudios en Alemania, pasando por la Universidad de Gienssen y la Universidad de Munich, hasta por fin regresar como profesora asistente a la Universidad de Nairobi, donde finalizaría en 1971 su doctorado en Anatomía Veterinaria. Fue la primera mujer de África Oriental en obtener un doctorado.

Como miembro del Consejo Nacional de Mujeres de Kenia (NCWK) comenzó su labor activista, en la que combinó la acción frente problemas sociales, como el desempleo o la desigualdad de género, con la conservación ambiental. La mujeres, tradicionalmente encargadas de labores como la recolección de leña y de agua, sufrían en primera persona los problemas ambientales. Por otro lado, el implicarse en las tarea de reforestación del movimiento, tales como plantar árboles, recolectar semillas y crear invernaderos, les permitía empoderarse y recibir una pequeña remuneración adicional.

Fruto de la acción del Movimiento Cinturón Verde, más de 40 millones de árboles fueron plantados en Kenia. El éxito de este movimiento a la hora de promover la protección del medio ambiente como medio para mejorar la calidad de vida de las personas, ha llevado a su exportación a otros países.

Cinturón Verde

[Imagen: Viveros de Green Belt. Fuente: ecointeligencia.com]

El acoso del régimen unipartidista keniata a movimientos civiles como la NCWK, así como los intentos gubernamentales por explotar y privatizar importantes áreas verdes públicas, la situaron como opositora a la dictadura. De este modo su lucha por las mujeres y el medio ambiente se convirtió también, inevitablemente, en una lucha por la democracia. En 1987 dejó la NCWK al desvincularse de la misma el Movimiento Cinturón Verde, ya que el gobierno determinó que una misma organización no podía centrar su actividad en dos áreas distintas (las mujeres y el medio ambiente) al mismo tiempo.

En el transcurso de su lucha, Maathai sufrió humillaciones públicas, dificultades para conseguir empleo, acoso judicial, agresiones e incluso cárcel. En 1989, por ejemplo, Maatahi se opuso a la construcción de un bloque de viviendas en el Parque Uhuru. El presidente Daniel Arap Moi le sugirió entonces a Maathai ser «acorde a las tradiciones africanas» y por tanto «respetar a los hombres y estar callada», fue desalojada de su oficina y el movimiento fue auditado como paso previo a su eliminación. Sin embargo su acción consiguió que los inversores extranjeros cancelaran el proyecto.

Daniel Arap Moi

[ Imagen: Daniel Arap Moi, presidente de Kenia 1978-2002. Fuente: wikimedia]

Las actividades de protesta que protagonizaba Maathai solían concluir habitualmente con la plantación simbólica de árboles: “arboles de paz”, actos que eran duramente reprimidos por la policía. En 1992, ella y otros manifestantes fueron desalojados con dureza cuando protagonizaban una huelga de hambre por los presos políticos en lo que llamaron “El Rincon de la Libertad”, en el mismo Parque Uhuru. Maathai fue golpeada hasta quedar inconsciente y hospitalizada. Arap Moi la llamó entonces “demente” y “amenaza para la paz y la seguridad”.

Parque Uhuru

[Imagen: Homenaje al Cinturón Verde en Parque Uhuru. Fuente: jambonairobi.co.ke]

Finalmente en 2002, la coalición que unificaba a toda la oposición derrotó en elecciones libres al partido en el poder durante 40 años. Maathai formo parte de la candidatura y fue nombrada ministra asistente del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

En 2004 se convirtió en la primera mujer africana, y la primera ambientalista, en conseguir el Premio Nobel de la Paz por “sus contribuciones al desarrollo sustentable, la democracia y la paz”.

Maathai Nobel

[Imagen: Wangari Maathai con el Premio Nobel. Fuente: Wikipedia]

Maatahi fue además madre de tres hijos y tuvo que soportar también discriminación de género en su entorno familiar: cuando se divorció de su marido en 1978 este alegó que ella era “demasiado fuerte para ser mujer” y por tanto era “incapaz de controlarla”. La justicia le dio a él la razón. Falleció en 2011 por complicaciones derivadas de un cáncer de ovarios que había padecido tiempo atrás.

¿Cómo puedo saber más sobre Wangari Maathai y su legado?

Maatahi publicó varias obras a lo largo de su vida. Algunas de las más destacadas son

  • Movimiento Cinturón Verde: Compartiendo propuestas y experiencia, 2003
  • Con la cabeza bien alta, 2006
  • El reto para África, 2009

Existen también interesantes obras sobre ella de otros autores: Wangari Maathai, la mujer que plantó millones de árboles (Frank Prevot y Aurelia Fronti) y Wangari y los árboles de la paz (Jeanette Winter), este último para público infantil.

Desde 2018 el Real Jardín Botánico de Madrid cuenta con una higuera plantada en su honor. Te invitamos a encontrarla.

 

“Dentro de algunas décadas, la relación entre el medio ambiente, los recursos y los conflictos, será tan obvia como la conexión que vemos ahora entre derechos humanos, democracia y paz.”

Wangari Maatahi

 

Por supuesto te proponemos, en consonancia con la obra de Wangari Maatahi, seguir compartiendo la importancia de los árboles en nuestra ciudad a través de nuestras actividades, disponibles en nuestro catálogo trimestral. Tanto para inscribiros a las mismas como para sugerirnos cualquier tema o actividad relacionada con mujeres y medio ambiente os esperamos en proambiental@madrid.es

 

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