Los amores oscuros. «Yo fui el último amor de Lorca y tal vez la razón de su muerte»

Mientras España vive agitada bajo el gobierno del denominado Bienio Negro, Lorca disfruta de su consagración gracias al éxito como poeta y como uno de los autores dramáticos más aclamados. Pero lo que definitivamente convierte a Federico en un hombre pleno es su relación con Juan Ramírez de Lucas, un joven que, por primera vez, se compromete con él y le corresponde en un amor firme, maduro y apasionado.

Embriagado por la dulzura con la que los días transcurren al lado del ‘Rubio de Albacete’, el escritor le presenta a su más íntimo círculo de amistades. Ambos conviven con personajes como Rafael de León, Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Margarita Xirgu, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández… Un fértil paisanaje que recorre los años previos al desenlace de la contienda.

También aparecen en su memoria las mujeres que forman el Lyceum Club Femenino, olvidadas de la historia pero fundamentales en el mundo de Lorca y en esta relación, como Pura Ucelay, María Teresa León o Lola Membrives, cómplices del poeta, que compone en esos días los versos que dedica a su amado Juan, el protagonista de esta obra, y que de forma póstuma darán cuerpo al poemario Los sonetos del amor oscuro.

Lorca y el Teatro Español

La obra estará en el Teatro Español del 28 de junio al 2 de julio, un escenario mágico para la obra lorquiana. Federico estrenó en este lugar La zapatera prodigiosa (1930) y Yerma (1934), con una inmensa Margarita Xirgu como era costumbre en ella. El Teatro Español homenajeó al poeta por las cien representaciones de Yerma y Lorca leyó el poema inédito Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.

La misma institución organizó una exposición en 1984 sobre la figura del poeta y dramaturgo coincidiendo con el éxito de La casa de Bernarda Alba, que se representaba en esas fechas en el Español. La exposición se inscribió dentro de la conmemoración del 50º aniversario del estreno de Yerma.

Juan Ramírez de Lucas y la estatua del poeta en la plaza de Santa Ana

La estatua de Federico García Lorca de la plaza de Santa Ana fue erigida a petición del entonces director del centro, Miguel Narros, quien solicitó al Ayuntamiento de Madrid una estatua del dramaturgo para instalarla frente al Teatro Español. Fue realizada por el escultor Julio López entre 1984 y 1986 al cumplirse los 50 años del estreno de Yerma, aunque su instalación se efectuó diez años después debido a las obras del aparcamiento subterráneo de la plaza. Durante ese tiempo se colocó provisionalmente en el Cuartel de Conde Duque. Se da la curiosa y emotiva circunstancia que Juan Ramírez de Lucas colaboró económicamente en el proyecto escultórico.  El último gran amor de Lorca y protagonista de esta historia, fue durante 30 años crítico de arquitectura del diario ABC y de la revista Arquitectura.

Los amores oscuros

Adaptación teatral de la novela homónima de Manuel Francisco Reina

Teatro Español. Del 28 de junio al 2 de julio. 20h

www.teatroespanol.es