Llegan los primeros calores y con ellos las primeras plagas de primavera en el huerto escolar. Una de las claves fundamentales para controlarlas de forma natural es la prevención. En esta entrada te damos algunos consejos sobre cómo hacerlo.
La primera premisa para aplicar una correcta prevención y control de plagas es la vigilancia. Ello supone examinar de cerca nuestras plantas de forma periódica para detectar cualquier plaga o enfermedad de forma temprana, cuando el problema aún no es complicado de solucionar.
Además, existen toda una serie de estrategias para prevenir las plagas de forma natural. Las más conocidas implican un adecuado cuidado del suelo mediante rotaciones y asociaciones de cultivos, respetar el calendario de siembra y plantación o el empleo de fauna y flora como aliadas (control biológico). Os recomendamos consultar algunas entradas del blog donde podréis conocer los insectos beneficiosos del huerto y aquellas plantas que aunque no cultivamos para el consumo, son eficaces para para repeler ciertas plagas
Otra solución ecológica consiste en reforzar las defensas naturales de los cultivos a partir de fitoestimulantes. Se trata de tratamientos vitalizantes de sencilla preparación que aumentan la resistencia a las plagas y enfermedades de las plantas, además de activar su crecimiento.
Algunos ejemplos de tratamientos pueden ser:
Extracto fermentado o purín. Se pueden realizar de ortiga o diente de león. Estimulan las capacidades de autodefensa de las plantas y su crecimiento. Además los extractos fermentados aportan microorganismos, principalmente bacterias, al suelo de nuestra huerta, favoreciendo la alimentación de nuestras hortalizas.
Infusión de manzanilla (Matricaria camomila). Refuerza la resistencia de las plantas.
Decocción de cola de caballo (Equisetum arvense). Es bioestimulante y tiene una acción preventiva contra hongos.
Podéis consultar estas recetas haciendo clic AQUÍ.