Tagetes

Nombre científico: Tagetes spp.

Familia: Asteráceas

 

Cuando nos referimos a los tagetes, en realidad estamos haciendo alusión a un género que presenta múltiples especies presentes frecuentemente en los huertos, como  el clavel chino (Tagete erecta) o el clavel de moro (Tagete patula), originarios de México. En función a la especie, pueden pueden ser plantas anuales o perennes, e incluso con cierto porte arbustivo de tamaños considerables.

 

Los tagetes, aparecen de forma muy frecuente como planta ornamental en jardines y en huertos, ya que desarrollan múltiples funciones que benefician el equilibrio de estos pequeños ecosistemas. Presentan flores de tonalidades amarillentas, anaranjadas o rojizas, que resultan muy atractivas para la entomofauna polinizadora, como las abejas. Sin embargo, a su vez, estas flores desprenden un aroma que repele a algunos insectos plaga, como la mosca blanca o el pulgón. Así mismo, al igual que la caléndula, presenta propiedades nematicidas gracias a los exudado de sus raíces. Por ello, es conveniente plantar estas especies entre nuestros cultivos de tomates o berenjenas, por ejemplo.

 

Las más usadas en el huerto suelen ser especies anuales (ej.: Tagete erecta), lo que quiere decir que, con las primeras heladas, terminará su ciclo de vida. Por ello, es conveniente que, una vez se vayan secando las flores, vayamos recolectando las semillas, una actividad que puede resultar muy entretenida para l@s más pequeñ@s. Una vez recolectadas, podremos hacer los primeros semilleros a finales del invierno, para su posterior trasplante en el huerto con la llegada de la primavera, o bien, sembrarlas directamente en esta estación.

 

Esta planta requiere de riego frecuente y zonas soleadas preferentemente. Sin embargo, es menos exigente en cuanto al tipo de suelo, aunque se desarrollará mejor en aquellos que presenten mayor cantidad de materia orgánica y capacidad de drenaje (algunas curiosidades más).