Nombre científico: Taraxacum officinale.
Familia: Asteráceas
El diente de león es una de las «mala hierbas» mas comunes del huerto, y en general de cualquier espacio verde en la ciudad. Sin embargo, es otra de esas plantas compañeras que deberíamos considerar seriamente tener en nuestros huertos como plantas compañeras…
Todo el mundo ha pedido alguna vez un deseo soplándolo ¿verdad?
Si existen plantas silvestres curativas o con tantos beneficios, definitivamente son los dientes de león, de hecho los médicos árabes recomendaban su uso terapéutico desde los siglos X y XI, algunas de sus propiedades son: depurativas, laxantes, diuréticas, antidiabéticas, entre muchas otras. Además podemos comer sus flores, en ensalada o rehogándolas con aceite de oliva.
Pero además, en el huerto nos ayudan de muy diversas maneras. Por ejemplo, se puede utilizar como estimulante para preparar a nuestras plantas ante el estrés hídrico en situaciones de sequía. Además sus flores son casi las primeras en florecer tras el invierno (son plantas anunciadoras de la primavera), por lo que serán fuente de néctar y polen para nuestros polinizadores para apoyar su alimentación en la nueva etapa reproductiva, tanto para las hembras como las nuevas crías. De hecho, el diente de león es fundamentalmente polinizado por abejas.
Una vez polinizado, el diente de león formará ese clásico «pompón» que de vez en cuando soplamos pidiendo deseos. Ese»pompón» está en realidad formado por muchas semillas, ya que el diente de león al igual que la caléndula o el girasol, es una planta compuesta (su «flor» está en realidad formada por muchas pequeñas flores). El diente de león se ha especializado en la dispersión de semillas anemócora (por el viento- vídeo).
Os recomendamos ver y compartir este vídeo hermoso…
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