Uno de los habitantes que nos gusta ver revoloteando por el huerto son los abejorros… Hay varias especies dentro del género Bombus.
Si nos fijamos en nuestras flores del huerto, sobre todo cuando llegan los primeros rayos del sol de la primavera, podremos empezar a ver de forma frecuente cómo estos pequeños animales peludos zumban a nuestro alrededor en busca de alimento.
El abejorro es un artrópodo, perteneciente al grupo de los insectos del género Bombus spp., un grupo eusocial que alcanza el grado más complejo de organización social, al igual que otros animales como las hormigas. Las colonias de abejorros alcanzan entre 50 a 200 ejemplares en su población máxima, que se produce a mediados o finales de verano. Los abejorros anidan en el suelo, soliendo ocupar nidos abandonados de roedores. La reina es la única que sobrevive al invierno, por lo que, con la llegada de la primavera, emerge, poniendo unos cuantos huevos que cuidará ella sola para, posteriormente, comenzar con la regeneración de la colonia.
Los abejorros son uno de los habitantes de los que llamamos “imprescindibles” en el huerto, ya que recogen tanto el polen como néctar de las flores para alimentar a las larvas y al resto de miembros de la colonia, incluida la reina. En este proceso de recolección, transportan el polen de unas flores a otras, promoviendo la fecundación y por tanto, la generación de frutos y nuevas semillas en nuestro huerto. Su forma de polinización se llama polinización vibratoria o por zumbido, que es la única forma de polinizar algunas plantas como por ejemplo la del tomate.
Además, al contrario que ocurre, por ejemplo, con las abejas estos insectos pueden seguir en actividad durante los primeros meses de otoño, e incluso, podremos ver algunos ejemplares durante el invierno.
Un dato curioso y que a la gente suele preocupar, es que sólo las hembras presentan aguijón, y por tanto, pueden picar. De hecho, al contrario que las abejas, pueden hacerlo varias veces seguidas sin perder la vida por ello, ya que no quedan atrapados en la piel, y por tanto, no se desprenden de ellos. Pero sin embargo, en escasa ocasiones suelen recurrir al ataque como método de defensa, sólo si se sienten realmente amenazadas.
Y un dato importante es que , según un estudio realizado por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), el 24% de las especies de abejorros del continente europeo están en peligro de extinción en la Lista Roja de Especies Amenazadas según un estudio que examina las 68 especies de abejorros presentes en Europa. Este estudio revela las peligrosas consecuencias de la contaminación y la pérdida de hábitat y de alimentos como consecuencia de la destrucción y alteración de los ecosistemas naturales. Por ello, una buena propuesta para contribuir a la mejora de las poblaciones de estas especies, sobre todo en las ciudades, es la instalación de un hotel de insectos o un hogar específico para abejorros en nuestros huerto, que permita a estas poblaciones acceder a alimento de calidad y un hábitat seguro.
También poner algunas flores que les atraigan, como por ejemplo las borrajas, el cardo, la lavanda, el madroño…
Seguro que lo habéis empezado a ver ya, como han hecho en el San Benito, desde donde nos envían este vídeo de los primeros abejorros vistos alrededor del almendro del huerto.