Con un mes de retraso por las lluvias acaecidas en Madrid, las usuarias de los centros municipales de mayores de los 21 distritos han acudido para conmemorar el Día Internacional de la Mujer con la ‘Flashmob por la igualdad’ con la que han llenado la plaza de España.
En este enclave situado en el corazón de la ciudad, cerca de 1.000 participantes han protagonizado esta acción urbana para reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres, el fin de la violencia de género, la visibilidad de las mujeres mayores en el espacio público y para manifestar su lucha contra el edadismo, demostrando su vitalidad y la importancia de mantener un envejecimiento activo.
Al igual que en la edición anterior, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto al delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, y los concejales de varios distritos de la ciudad, han acompañado a estas mujeres mayores, comprobando la vitalidad extraordinaria que demuestran.
El alcalde ha aprovechado la ocasión para manifestar la necesidad de que “nosotros, como sociedad, las tengamos siempre presentes y las demostremos la admiración y la gratitud que debemos tener hacia ellas por todo lo que han hecho por esta ciudad a lo largo de los años”.
Como en años anteriores, la iniciativa ha partido de los centros de mayores de Puente de Vallecas, que se han coordinado con los centros del resto de distritos para organizar conjuntamente toda la logística necesaria para el desarrollo del acto. Dado el éxito de la coreografía del año pasado, el hilo conductor del evento ha sido la canción Se acabó del grupo colombiano Bomba Estéreo.
Lectura del manifiesto redactado por las usuarias del C.M.M. San Francisco
Lectura del manifiesto de mujeres mayores
Antes de concluir la cita, se leyó un manifiesto redactado por las usuarias del Centro Municipal de Mayores San Francisco, del distrito Centro:
“Estamos aquí porque nos pidieron desde el Centro de Mayores San Francisco si queríamos colaborar en un manifiesto para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo.
Pensamos en confeccionar un manifiesto dinámico, didáctico, atractivo y entretenido, con el objetivo de que nos haga reflexionar sobre nuestra situación de mujeres mayores.
Una vez se constituyó un primer grupo de cuatro, se han ido incorporando más mujeres con muchas ganas de colaborar.
Antes que nosotras hoy y oficialmente desde hace más de doscientos años, existe una lucha constante y permanente de las mujeres por conseguir la igualdad de todas las personas.
Somos la otra mitad del mundo. Somos la otra mitad de la Historia. Tenemos la identidad de ser mujeres y desde hace casi una década ya, nos hemos sorprendido aprendiendo con nuestra sabiduría de ser mujer que es importante que nos pongamos de acuerdo en lo que nos une y manifestarlo.
Nuestra fuerza es el impulso como colectivo para hacer de este mundo en el que vivimos, un mundo mejor. Hemos visto que una mujer sola, con excelentes ideas y propósitos, no puede alcanzar sus derechos. Entre todas, podemos. El impulso colectivo, sí abre las posibilidades de crear las condiciones de avanzar.
La manifestación del 8 de marzo es una jornada de unión de las mujeres de todo el mundo, sin importar su procedencia, su raza, su profesión ni su nivel de ingresos. El 8M es una jornada de conmemoración por las que nos precedieron y por seguir la lucha por la igualdad
La valentía de la lucha, como ha demostrado la francesa Gisèle Pelicot, los avances y los retrocesos, los peligros y las involuciones… ¿Cómo estamos ahora y cuál será nuestro futuro y el de nuestras hijas y nietas si nos dormimos en una sociedad de distracciones, sin reflexionar lo razonable, lo auténtico, lo verdadero y esencial, qué conseguir, qué conservar y qué cambiar?…
… Y dijimos sí al manifiesto.
Hemos revisado mucha documentación, hemos descubierto recursos que desconocíamos, palabras que desconocíamos y hemos sentido que a través de algunas palabras como jubiladas parásitas, edadismo, feminazis… se nos discrimina, margina y desprecia hasta en instituciones que deben atendernos, protegernos y ampararnos.
Hemos descubierto la violencia obstétrica que deja secuelas a futuro y que el dolor de nuestros cambios biológicos se minimiza, como si viniésemos al mundo con una analgesia de serie.
Hemos descubierto estudios donde se retrasan nuestros diagnósticos durante años, porque se tiende a achacar los malestares a enfermedades que tienen que ver con el estado de ánimo. Hace mucho se nos denominaba “histéricas” y con eso ya estaba el diagnóstico. En nosotras, parece que sufrir es lo natural.
Por estas y muchas otras cosas, hemos sentido que, independientemente de lo lejos o cerca que nos encontremos del objetivo de igualdad para todas las personas, tenemos que seguir pensando por nosotras mismas, para nosotras mismas, participando dentro del marco democrático que disfrutamos, en todas las actividades que se encaminen a terminar con desigualdades, injusticias y avasallamientos. Y contamos con nuestro talento de ser más sabias con la edad.
La constitución nos ampara, tenemos leyes muy avanzadas que nos protegen, nuestro país está suscrito al Convenio de Estambul…, pero la realidad es otra muy diferente.
Estamos de acuerdo en este grupo que la educación que recibimos, en la que se incluye el reparto de papeles en esta sociedad, no es justo y que calladas, sin participar con nuestras ideas, con nuestra forma de pensar, no habrá cambios hacia una sociedad igualitaria. Si dejamos que piensen por nosotras o que nos creamos, cuando nos dicen machaconamente que no vamos a conseguir nada de lo que queremos, seguiremos como antes.
Mujeres mayores, activad vuestra curiosidad y animaos a seguir buscando más información sobre derechos, recursos, grupos de participación y más posibilidades de mejorar.
Mujeres mayores, buscad, buscad, que con vosotras estamos las demás, para encontrarnos en cada paso que nos hace el caminar en sororidad. Y con un pareado esperanzador demos por finalizado este colofón.
Nos llaman guerreras porque no dejamos de luchar,
Los machistas nos quieren sumisas y en la casa (cocina) para fregar,
pero somos tan tenaces que no nos callarán y así lograremos la “igualdad”.
O el señorito la quiere de “florerito”
o de cenicienta el pobre obrerito,
pero somos tan tenaces que NO NOS CALLARÁN
y por fin lograremos la “IGUALDAD”
Todas libres y vivas, mujeres,
niñas, jóvenes y mayores.
Por ser mujer, ni una más maltratada, ni asesinada en cualquier sociedad.”