¿Qué es el vermicompostaje o lombricompostaje?

Es una técnica sencilla en la que se produce la descomposición natural de la materia orgánica, realizada por microorganismos (bacterias y hongos) y por pequeños animales detritívoros, lombrices. El resultado es un abono de excelente calidad, el humus de lombriz.

¿Por qué realizar vermicompostaje en la escuela?

En la actualidad en Madrid el contenedor de restos contiene una cantidad variable de residuos orgánicos un 47% en hogares. El 28% de la superficie agrícola del mundo se usan anualmente para producir alimentos que se pierden o desperdician, además según la Agencia Europea del Medio ambiente el contenido de materia orgánica de muchos suelos cultivados disminuye a causa de la moderan agricultura intensiva. El descenso de materia orgánica en los suelos afecta sus propiedades de retención de agua, a la actividad biológica, retención e intercambio de nutrientes…

Por medio del compostaje y vermicompostaje fomentamos la concienciación del alumnado en la reducción del desperdicio de alimentos y favorecemos el cierre de los ciclos, devolviendo los nutrientes a los suelos y aumentando la cantidad de materia orgánica de los suelos de los huertos  escolares. Mejorando la estructura del suelo, la capacidad de almacenar y liberar nutrientes o restaurando la actividad microbiana de los nuestros suelos entre otros beneficios, a la vez que trabajamos contenidos curriculares.

¿Por dónde empezamos?

Construimos una vermicompostera. Algunos criterios a la hora de elegir o fabricar un vermicompostador:

  • Debido a la importancia de mantener una temperatura ideal para las lombrices, siempre que podamos utilizaremos materiales aislantes.
  • Materiales opacos, las lombrices no soportan la luz directa del sol.
  • Bandeja de recogida de líquidos lixiviados seguidos durante el proceso.

Las lombrices no se saldrán de la vermicompostera, en ella encuentran todo lo necesario para vivir, alimento, humedad y ausencia de luz solar. En este vídeo podéis ver como montar una vermicompostadora a partir de cajas de poliespán:

También podemos utilizar cajas de almacenaje o barreños. Antes de añadir las lombrices en necesario colocar un lecho de fibra de coco o compost de unos 2-3 cm, dependiendo del tamaño de nuestro vermicompostador. Lo colocaremos en un lugar sombreado en verano y protegido de las heladas en invierno.

¿Qué lombrices utilizamos?

Necesitaremos lombrices rojas californianas (Eisenia foetida y Eisenia andrei). A pesar de su nombre estas lombrices tienen su origen en ejemplares procedentes de estercoleros de España e Italia, entre otros países Europeos. Su cría para pesca se inició en California en los años 40 de ahí su nombre. ¿Por qué utilizar esta lombriz en vez las lombrices hortelanas (Lumbricus terretris)? Su corto ciclo reproductivo, su elevada frecuencia de apareamiento (duplican su población en 2-3 meses), su adopción a vivir en ambientes reducidos y su gran voracidad (digieren al día el equivalente s su peso corporal). Siempre y cuando tengan un 75% de humedad y una temperatura entre 18º y 21º C.  

¿Qué pueden comer?

Restos de verduras y frutas sin cocinar y troceadas lo más pequeño posible. Es importante no dar demasiado de comer a las lombrices. Los excesos de comida pueden provocar incrementos muy rápidos de temperatura del sustrato, no beneficiosos para las lombrices. Realizar aportes de forma regular mejor que mucho de golpe. Cuando las lombrices empiezan a subirse por las paredes del vermicompostero puede ser falta de aire o falta de alimento

 ¿Qué hacer cuando el humus de lombriz ya está listo?

Cuando la bandeja este llena de material compostado procederemos a poner la siguiente. No aportaremos alimento en dos o tres días, después añadiremos alimento nuevo en la nueva bandeja. Dejaremos las dos bandejas durante un mes para dar tiempo a los huevos a eclosionar y que las pequeñas lombrices puedan subir a la bandeja superior.

Aportaremos el humus de lombriz a nuestras hortalizas o flores (200 gr/planta) mezclándolo con la tierra de forma superficial o en macetas mezclándolo con 50% de sustrato. Un puñado de humus de una persona adulta tiene entre 30-50 gr. El lixiviado que iremos obteniendo durante el proceso lo diluimos  100ml en un litro de agua, que podemos utilizar para regar nuestras plantas en la tierra.

 El vermicompostaje como recurso educativo

Os dejamos aquí el enlace a algunos materiales para trabajar con el alumnado:

¡Esperamos que disfrutéis de este divertido recurso! Y vuestras plantas del huerto lo agradecerán.