Cada año, antes de la primera helada, llega el ritual del apagado del riego por goteo, y protección del programador de grifo. Nuestras hortalizas, sobre todo las lechugas, acelgas o espinacas también necesitan protección. En esta entrada te contamos cómo hacerlo.

Según los informes de AEMET, las primeras heladas llegan a Madrid entre el 1 y el 15 de diciembre. Por ello, a comienzo de este mes debemos proteger nuestros sistemas de riego por goteo y los cultivos del huerto escolar.

Las heladas pueden ocasionar varios daños a nuestro sistema de riego por goteo:

Tuberías: el polietileno es un material con cierta flexibilidad y puede expandirse bajo presión, pero el agua que permanezca dentro puede congelarse y romper las paredes de las tuberías.

Programadores de grifo: tienen una nula resistencia a heladas, dado que el agua queda dentro del programador, aun cuando está parado. El aumento del tamaño del agua al convertirse en hielo revienta el programador por dentro, quedando éste inutilizable.

Para minimizar estos daños para el invierno es necesario acondicionar el sistema de riego con unas sencillas acciones, que serán diferentes, dependiendo de si tu programador es de grifo o de arqueta:

Apagar el sistema de riego en la arqueta:

  • Encontrar arqueta de riego.
  • Localizar la llave de paso y el programador dentro de la arqueta.

  • Cerrar la llave de paso.

  • Apagar el programador. En la Red de Huertos Escolares Sostenibles existen varios modelos de programadores, puedes consultar pinchando AQUÍ cuál es tu modelo y cómo apagarlo, gracias a unos vídeos explicativos.

Apagar el sistema de riego en el grifo:

  • Cerrar la llave de paso.
  • Quitar o proteger el programador con una tela o tejido grueso.

En caso de ser necesario regar por falta de lluvias, regaremos siempre en las horas centrales del día (a diferencia del resto de estaciones).

Para proteger nuestras hortalizas de las heladas, podemos colocar mantas térmicas, formando túneles de cultivo. Como alternativa, también podemos reutilizar botellas ubicándolas en los cultivos más pequeños, facilitando siempre algún tipo de aireación por medio de agujeros. Además protegeremos el suelo acolchándolo con hojas de árboles de hoja caduca. Para saber más pincha AQUÍ.