El proyecto “Semillas por el clima: Ciencia Ciudadana Escolar para la Adaptación al Cambio Climático, desarrollado por Germinando y la Asociación La Troje, gracias a la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha creado las bases para la puesta en marcha de un banco de semillas interescolar en la Sierra madrileña. Han participado en este proyecto los siguientes centros: CRA Lozoyuela (el Berrueco) , CEIP Pico de la Miel (La Cabrera), CEIP Enrique Mesa (Rascafría), CEIPSO San Sebastián (El Boalo- Cerceda- Matalpino), CEIP Jacinto Benavente (Galapagar), CEIP San Bartolomé (Fresnedillas de la Oliva) y CEIP Chozas de la Sierra (Soto del Real).

Entre todos, han creado un banco de semillas cultivando, cosechando, conservando e intercambiando en total 12 variedades locales de judía, de las cuales se han obtenido más de 12.000 semillas.

Dicho proyecto tenía objetivo último proporcionar a los centros educativos participantes nuevas herramientas pedagógicas,  basadas en la ciencia ciudadana, las plataformas digitales de conocimiento y los huertos escolares como  laboratorios vivos en los que ensayar adaptaciones al cambio climático. Para ello, introduciendo el conocimiento ecológico tradicional y su transmisión intergeneracional, así como la importancia de la agrobiodiversidad, se planteó como punto de partida la reflexión sobre la emergencia climática global y la necesidad de ensayar respuestas con los recursos locales.

Iniciado a principios de 2022 y dirigido al alumnado de 4º, 5º y 6º de primaria de centros educativos de la Sierra de Madrid, el proyecto ha contribuido al abordaje de los Retos País priorizados en la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030. Concretamente al Reto País 2: “Hacer frente a la emergencia climática y ambiental”. Dentro de este Reto País, el proyecto incide especialmente en la Política Aceleradora 2, destinada a frenar la pérdida de biodiversidad y generar condiciones para su adaptación al cambio climático. Por otro lado, también permite abordar el Reto país 8 , ‘Revitalizar nuestro medio rural y afrontar el reto demográfico, con el desarrollo de acciones en favor de la mejora de la igualdad de oportunidades en materia educativa en el medio rural

Un proyecto estructurado en torno al huerto

El proyecto se ha desarrollado en dos fases, teniendo en cuenta las necesidades del huerto y el calendario escolar.  En una primera fase (entre marzo-junio de 2022), el alumnado de 4º, 5º y 6º de primaria se convirtió en un equipo científico que investigó, a través de la lectura de algunas noticias, sobre la importancia de la biodiversidad de las plantas que crecen en el huerto y su papel frente al cambio climático. A partir de esta lectura, se establecieron diferentes hipótesis sobre cómo afecta el cambio climático a las plantas del huerto y se diseñó un sencillo experimento. Paralelamente, recibieron diferentes semillas enviadas por la Asociación La Troje (cada centro recibió 3 variedades diferentes). Para el desarrollo del experimento plantearon hipótesis sobre cómo afecta la temperatura al desarrollo de las plantas y tuvieron que sembrar las semillas, para observar su crecimiento.

La segunda fase se inició tras el verano, en septiembre de 2022. En estas sesiones el alumnado llevó a cabo la cosecha, selección, embotado y etiquetado de las semillas producidas para su posterior intercambio con el resto de centros participantes. Además, con todo lo aprendido y las nuevas preguntas que fueron surgiendo, diseñaron entrevistas y disfrutaron de unos enriquecedores encuentros con personas mayores de sus pueblos, que les trasladaron mucha información sobre cómo era antes la agricultura o el clima en sus municipios. Aquí puede verse un resumen del proyecto.

La importancia de crear Bancos de semillas en los centros educativos

Un banco de semillas es un lugar donde se almacenan semillas para su conservación. A nivel mundial existe el Banco Mundial de Semillas de Svalbard (Noruega), en el que España ha depositado ya más de mil semillas.

Sin embargo, de cara a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático a nivel local, es fundamental crear bancos de semillas vinculados al territorio, que recopilen la diversidad y el acervo cultural asociado al mismo. El reto, de cualquier banco de semillas, no solo es asegurar las condiciones óptimas para la conservación de las semillas, si no también mantener vivas esas semillas asegurando su reproducción a lo largo del tiempos e intercambiándolas para seguir aumentando la diversidad. Es por esto, que la creación de bancos de semillas escolares supone una experiencia con un importante valor, no solo a nivel educativo, sino también a nivel social y ecológico.

En el proyecto “Semillas por el clima”, tras la cosecha y la selección de las semillas obtenidas, cada colegio envió semillas a los otros centros participantes. De esa forma, todos tienen ya diferentes variedades de judías y guisantes autóctonos que podrán seguir cultivando y cosechando en el futuro. Además, este nuevo banco de semillas se conectará con otras iniciativas similares a nivel estatal a través de la Red de Semillas Resembrando e Intercambiando. Esto no solo permitirá seguir dando vida al huerto, sino que asegura que estas semillas no se pierdan.

Un aprendizaje para compartir

Durante el desarrollo de Semillas por el Clima se ha hecho especial énfasis en la formación y apoyo al profesorado participante, y se ha elaborado una guía didáctica a modo de del proyecto, lo que permitirá que este proyecto sea replicado en otros centros y territorios. Puedes descargar la guía docente aquí.

Asimismo, el alumnado de los siete centros participantes ha elaborado una completa presentación sobre los saberes adquiridos y todas las investigaciones realizadas para poder mostrárselo a las familias y el resto de la comunidad educativa.