Este curso escolar el concurso de la Red de Huertos Escolares girará en torno al tema “Mi huerto sin desperdicio”. El compostaje es una herramienta que reducirá no solo los desperdicios en el huerto, también los del comedor escolar. Con el compost obtenido podremos cuidar y mejora las características del suelo de nuestras huertas, proporcionando a nuestros cultivos un excelente abonado.  En esta entrada te explicamos cómo poner en marcha tu compostadora.

¿Por qué hacer compost?

Hay muchas buenas razones para poner en marcha nuestras composteras, estas son algunas de ellas: 

  • El compost es un abono orgánico que mejora la estructura y composición del suelo e incluso la infiltración y retención de agua. 
  • Reducimos el desperdicio alimentario y los restos orgánicos del huerto, colaborando a reducir la huella de carbono emitida a la atmósfera.
  • El compostaje es un recurso con extraordinarias posibilidades para dinamizar el trabajo en las aulas (te lo contaremos en una próxima entrada del blog)

 

¿Qué necesitamos para hacer compost?

Para hacer un buen compost necesitaremos contar no solo con residuos orgánicos (no cocinado), también con lo que llamamos “material estructurante”: materia orgánica seca como hojas de otoño, podas y restos leñosos bien triturados, paja o incluso servilletas de papel, cajas de huevos o de cartón (sin tintas) bien troceadas. Es importante ir haciendo acopio de estos materiales para poder ir utilizándolos durante el resto del año. 

 

¿Cómo activar nuestra compostera?

Es posible que haya una compostadora en el centro que acumule algunos restos orgánicos pero en los que no se esté produciendo el compostaje (por falta de humedad, de temperatura, por contar con materiales muy gruesos o poco material estructurante… los motivos pueden ser múltiples). 

Para ponerla en funcionamiento sólo es necesario contar con algunos materiales y dar lo siguientes pasos: 

 

Materiales:

Estructurantes (material marrón o “seco”): ramas procedentes de podas, hojas secas del otoño, paja, papel y cartón sin tintas. 

Material verde o húmedo: restos orgánicos de la fruta o verduras consumidos en casa o en el centro escolar (evitar cítricos). 

Otros: compostadora, Compost maduro o tierra del huerto, pala y aireador (este último no es imprescindible). 

 

 Forma de proceder:

    • Empezaremos depositando en el fondo del compostador una capa de 10 cm de materiales secos y leñosos y unos puñados de compost viejo
    • Los restos orgánicos se irán depositando en el compostador a medida que se produzcan, procurando alternar material seco sobre húmedo y material fino sobre grueso. Mientras más pequeños se han los trozos que incorporemos al compostador más rápido será el proceso. 
    • Conviene de vez en cuando añadir una capa de compost maduro o tierra de huerto en compostadores de 1m3
  • Será conveniente remover para airear y mejorar la descomposición de todos los materiales compostados, una vez a la semana, o como máximo una vez cada 15 días.
  • Si todo ha ido bien, al cabo de unos 4 o 6 meses, las capas inferiores del compostador estarán bien fermentadas y descompuestas; tendrán un color oscuro, una textura suelta y homogénea y el olor será agradable. 
  • En los compostadores con puerta inferior puede ir vaciándose el compost maduro por ella, mientras se siguen depositando nuevas capas. 

 

Si necesitas más información sobre cómo hacer el compost, puedes consultar la ficha elaborada por el equipo educativo de la RHES o esta publicación del Ayuntamiento de Madrid donde se cuenta de manera clara y sencilla los secretos de un buen compostaje. También puedes apuntarte a nuestros talleres de Compostaje comunitario, pincha aquí para apuntarte o aquí para obtener más información. 

 

¡Composteras en marcha!