La llegada de la primavera da paso al esplendor de la naturaleza, destacando el incremento de las horas de luz y el aumento de las temperaturas. Este cambio ambiental, implica mayor presencia en el huerto, y por tanto mayor atención al riego.

¿Riegos copiosos o austeros?

Para que los cultivos crezcan saludables y vigorosos, es importante fomentar un buen sistema radicular en nuestras plantas, así como evitar cualquier tipo de estrés hídrico. Las condiciones de sequedad permanentes en el suelo van a generar una serie de daños en los cultivos, desde el debilitamiento del cultivo hasta la muerte de las plantas. Las consecuencias de un riego excesivo son igualmente peligrosas, ya que un ambiente de humedad constante puede provocar:

  • La asfixia en raíces.
  • Lavado de nutrientes del terreno.
  • Compactación del suelo.
  • Podredumbre o proliferación de hongos.
  • Aparición de otras plagas entre los cultivos.

En general las raíces de verduras y hortalizas soportan bien la alternancia de ambientes de sequedad y humedad en el sustrato, pero para evitar daños o cualquier tipo de estrés, procuraremos realizar riegos regulares en vez de riegos abundantes o escasos.

¿Qué tipo de riego empleamos?

Podemos realizar riegos utilizando la manguera o la regadera. Para ello, será necesario evitar mojar excesivamente las partes aéreas de las plantas ya que el exceso de humedad en hojas, flores y tallos pueden propiciar la proliferación de hongos y otras plagas. En este caso, es recomendable regar la superficie del terreno, controlando la presión del agua para evitar erosionar el suelo y dañar las raíces de las plantas más jóvenes.

Sin duda el sistema de riego más aconsejable es el sistema de riego por goteo, uno de los sistemas más eficaces para mantener el huerto bien hidratado y sin encharcamientos. Algunas de las ventajas del riego por goteo frente al riego por inundación o por surcos, son:

  • No tiene pérdidas de evapotranspiración notables.
  • Permite aplicar el agua de forma localizada, continua, eficiente y oportuna.
  • Evita un gran desarrollo de plantas adventicias.
  • Reduce las infecciones por hongos (oídio, mildiu) en las plantas.
  • Disminuye la compactación del terreno.
  • Permite automatizar el riego a través de programaciones.

¿Cómo proceder a encender/apagar o programar el sistema de riego por goteo?

A la hora de manejar el sistema de riego por goteo, es importante identificar los elementos estructurales que lo conforman: el cabezal de riego (arqueta o grifo), la red de distribución primaria, secundaria y los ramales ubicados en los propios bancales para de los cultivos.

Una vez identificados los diferentes elementos que componen el sistema de riego por goteo, podremos proceder a su encendido/apagado o programación, siguiendo los siguientes pasos:

  1. Localizar la arqueta o el grifo que forman el cabezal de riego.
  2. Comprobar la llave del propio grifo o llave de la toma general del interior de la arqueta. En el caso de querer tener activo el riego, será necesario que la llave se encuentre abierta (en dirección a la corriente, como  la de la imagen) para que pueda circular el agua. Si quisiéramos apagar el sistema de riego, procederíamos a cerrarla (en perpendicular a la corriente).

  1. Tras el grifo o llave de paso, encontraremos el programador de riego, que nos permite programar los días, las horas y la duración del riego. Funciona a pilas por lo que es importante poner atención a la carga de éstas y al irnos de vacaciones es recomendable cambiar las pilas para evitar futuros desastres. En este vídeo podrás aprender a manejar el programador generalmente instalado en los huertos escolares.

En este otro enlace puedes aprender a manipular el programador de grifo instalado en algunos huertos escolares.


¿Qué duración y frecuencia de riego aplicar?

La duración y frecuencia del riego de los cultivos, dependen de diversas variables: las características de la especie vegetal que cultivamos, el sistema de riego empleado, las condiciones meteorológicas del lugar o el tipo de suelo presente en el huerto, entre otras. Pese a no existir una regla general para poder atender a todas estas variables, emplearemos un riego generalizado para los diferentes cultivos presentes en el huerto. De esta forma, todas las plantas del huerto crecerán sanas y fuertes.

A continuación, detallamos algunas pautas de riego recomendadas para los centros de la Red de Huertos Escolares Sostenibles. Pautas que son meras aproximaciones y nunca datos fijos.

  • Primavera: en los meses de marzo a mayo, se recomienda regar en días alternos, 30 minutos, distribuidos en dos riegos de 15 Es conveniente realizar un riego al amanecer y otro al atardecer, evitando las horas de mayor incidencia solar (horas centrales del día). De esta forma evitaremos pérdidas de agua innecesarias en las horas de más sol.
  • Verano: en los meses de junio a septiembre se recomienda regar todos los días 60 minutos, distribuidos en dos riegos de 30 minutos Es aconsejable realizar los riegos al amanecer y al atardecer, por los mismos motivos que en el caso anterior.

Independientemente de la estación en la que nos encontremos, es importante poner atención a las condiciones de humedad del terreno y al estado de la propia planta. Serán vuestras observaciones las que os permitirán ir ajustado y modificando estas pautas generales de riego.