Cada año, el 5 de Diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, con el objetivo de crear una conciencia global sobre la importancia de mantener los ecosistemas sanos para asegurar el bienestar de todas las especies, incluyendo a la especie humana,  y el equilibrio de los sistemas naturales. Esta fecha fue designada por la ONU como propuesta de la FAO en el año 2002, tras el impulso de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo dentro del marco de la Alianza Mundial del Suelo, surgido ante la necesidad de compartir experiencias sostenibles cuyo fin fuese la recuperación del suelo ante la idea equivocada  de su infinitud como recurso.


Este año, la FAO ha organizado la campaña “Mantengamos vivo el suelo, protejamos la biodiversidad”, a través de la cual pretende visibilizar los principales servicios que ofrece el suelo como elemento esencial de los ecosistemas, y cuáles son los principales motores de cambio que implican la pérdida de calidad, degradación o incluso su muerte.


El suelo actúa como el principal sostén de la vida terrestre, aunque a veces, no seamos conscientes de ello, debido a que la escala espacial y temporal a la que suceden los procesos de intercambio de materia y energía no resulta tan evidente para nuestros sentidos. Mantener y promover un uso responsable del suelo, de su distribución y de los usos que en él se realizan, es esencial para:

  1. Mantener el equilibrio dinámico de los ecosistemas: los suelos actúan como sumidero de residuos y fuente de recursos, dando lugar a la vida de miles de organismos de todos los reinos de seres vivos y permitiendo la recuperación de materiales y nutrientes tras la muerte. ¿Has experimentado alguna vez en tu huerto a plantar una misma semilla en un suelo abonado y en otro sin abonar? ¿Qué es el abono o compost y por qué es tan importante para que nuestras plantas crezcan fuertes? (Aquí un manual básico para elaborar compost en el huerto)
  2. Producir alimentos en todo el mundo: si hemos trabajado en el huerto del cole alguna vez, sabemos que, lo primero que necesitamos es un suelo sano, de buena calidad. Pero… ¿Qué significa que un suelo sea de buena calidad? Pues por ejemplo, que esté disponible para cultivar, que no esté contaminado o que su composición sea la adecuada para que las plantas puedan desarrollarse correctamente. ¿Has analizado alguna vez la composición del suelo de tu huerto? (Aquí una propuesta para analizar el suelo del huerto del cole)
  3. Purificar el agua: el tránsito de las lluvias a través del suelo hasta su llegada a los acuíferos, permite la remineralización y la depuración del agua, para volver a llenar de vida los ríos, lagos y océanos. Los suelos contaminados o en los que hay ausencia de vegetación consecuencia de la deforestación, no pueden realizar esta función, lo que conlleva a la pérdida de calidad del agua, tan esencial para la vida en todo el planeta. ¿Has probado alguna vez a construir un filtro con materiales naturales e intentar limpiar agua sucia a través de él? (Aquí una propuesta para simular el efecto del suelo en la depuración del agua)
  4. Mitigar el cambio climático: todos sabemos que las plantas, para realizar la fotosíntesis, captan CO2, unos de los principales gases que, en grandes cantidades está contribuyendo al cambio climático del plante. Estas plantas, necesitan amplias superficies de suelos sanos donde poder crecer y alimentarse para poder realizar la fotosíntesis; pero es que además, los suelos, también ayudan a retener el agua y mantener la temperatura de los ecosistemas en equilibrio, evitando así fenómenos atmosféricos anómalos, entre otras muchas funciones.  (Aquí una propuesta experimental  sobre el efecto de un suelo con vegetación en la capacidad de retención y depuración del agua)
  1. Mejorar la salud humana: el suelo es uno de los recursos básicos necesarios para la obtención de plantas medicinales e incluso, sirve como fuente de bacterias para la elaboración de vacunas y medicamentos. ¿Conoces algunas plantas del huerto que tengan usos medicinales? (Aquí una lista de algunas plantas medicinales del huerto)

El huerto del cole es el mejor lugar para trabajar con los más pequeños en la concienciación y puesta en marcha de prácticas sostenibles que nos ayuden a mantener los suelos vivos, sanos y en equilibrio con los ecosistemas. La renaturalización de los espacios en los centros educativos, la recuperación de los suelos de zonas descampadas o asfaltadas en desuso y la recuperación de los residuos orgánicos de las ciudades, son algunas de las cosas que podemos ir haciendo a una escala local para ir trabajando por la salud del planeta. ¿Qué puedes hacer tú?