Reinventar los contenidos y los métodos de enseñanza en estos tiempos está siendo todo un reto, y a la vez, una estupenda oportunidad para salir de las aulas a experimentar,  sentir y conocer el mundo que nos rodea de una forma diferente. Son muchos los centros educativos que, este curso, están optando por sacar las aulas al aire libre y emplear los recursos del medio como oportunidad para la enseñanza. ¿Y qué mejor forma de aprovecharlos que compartirlos?


Un ejemplo de ello, es el manual  “Sembrando el Aula Viva”, elaborado por el colegio Hipatia (proyecto educativo de la FUHEM, que contó con el asesoramiento de nuestra compañera Andrea Estrella de Germinando) que emplea el huerto como hilo conductor del conocimiento y cuyo enfoque ecosocial  queda integrado dentro de los pilares metodológicas y curriculares de la práctica docente. Este manual recoge múltiples propuestas de actividades clasificadas según el ciclo de enseñanza y el curso destinatario, especificando además la temporalización de las mismas, los objetivos, los contenidos asociados, los materiales necesarios, y el desarrollo de forma explícita, así como una propuesta de mecanismo de evaluación tras la puesta en práctica de la misma. Al final de cada manual, podréis encontrar una serie de anexos con imágenes de algunos de las prácticas realizadas que pueden servir de ayuda para comprender mejor las propuestas y/o elaborar nuevas ideas a partir de ellas.


Dentro de las propuestas destinadas a infantil, podemos encontrar, un recorrido por los diferentes materiales, texturas y formas del huerto, así como experimentar el ciclo de la vida a partir de una semilla, aprender sobre el uso y manejo de herramientas, o acercarnos al mundo fascinante y diverso de las hortalizas de una forma divertida, que puede servir como impulso para fomentar los hábitos de alimentación saludables de los y las más pequeñas.


A través de las propuestas para primaria, podremos conocer las partes de las plantas, así como las funciones que cumplen las mismas y las necesidades de cada tipo de hortaliza para su buen desarrollo. En estas actividades, también se incluyen contenidos relacionados con las unidades de medida e incluso objetivos relacionados con la gestión emocional, como puede ser la paciencia o la empatía, además del trabajo colaborativo. También, se incluyen propuestas de talleres para poder dar rienda suelta a la creatividad empleando elementos obtenidos del huerto… ¿Y si construimos maracas con diferentes tipos de semillas?


Por último, las actividades propuestas para el ciclo de secundaria ahondan de manera más profunda en temas algo más complejos, asociados a las diferentes tipos de materias. Analizar la composición química del suelo, reconocer las diferentes especies de insectos que visitan el huerto o  indagar en la literatura castellana en busca del conocimiento tradicional hortelano, son solo algunas las ideas a través de las cuales podemos motivar al alumnado para que emprenda un proceso de aprendizaje desde una perspectiva a diferente a la convencional, más crítica e integradora… ¿Alguna vez te has parado a pensar de dónde proceden los alimentos que consumimos y que impacto puede generar esto sobre el planeta?


Además de los contenidos didácticos, el trabajo en el huerto ayuda a los niños y niñas a desarrollar otras habilidades y a indagar a través de sus emociones hacia el respeto por la naturaleza y las especies que a lo habitan, así como hacia nuestros propios cuerpos a través de la adquisición de hábitos de alimentación saludables. Considerarnos una especie dependiente de los ecosistemas que nos rodean se hace imprescindible para generar una conciencia de cuidados colectivo hacia nuestro planeta. Conocer el mundo que nos rodea es el primer paso para  aprender a cuidarlo.