La primavera explosiona en los huertos escolares y comunitarios, así como en los descampados, alcorques y otros espacios verdes que no han sido trabajados/»limpiados» durante estas ultimas semanas de confinamiento. Si habéis tenido la oportunidad de pasear cerca de algun huerto/descampado habréis visto cómo la vida y los colores de la primavera lo han llenado todo…

Hoy nos preguntamos, ante tanto color y diversidad… todas estas, normalmente llamadas malas hierbas… son realmente competidoras de nuestros cultivos? ¿Podrían llegar a ser aliadas?

 

Los huertos urbanos se entienden como pequeños espacios renaturalizados donde, las personas, trabajamos para devolverle a la tierra su fertilidad y su capacidad para generar vida, poniendo de nuevo en marcha los ciclos biológicos de materia y los flujos de energía dentro del ecosistema huerto. Pero la vida no encuentra límites, sino oportunidades. ¿No es impactante que la vida se haga hueco en pequeñas grietas sobre el asfalto en forma de brote? Pues esto también sucede en nuestros huertos.

En ocasiones vemos brotes…

 

Con la llegada  de la primavera, no sólo comenzamos a ver los resultados de los cuidados, del aumento de las horas de luz y de calor en el crecimiento de nuestros cultivos, sino en todos los alrededores de nuestro huerto.  Es sobre todo en esta estación cuando la vida empieza a sincronizarse para dar lugar a una explosión de sonidos, olores y colores que convierten nuestras huertas en espacios diversos, en lugares maravillosos para explorar.

Muchas veces, cuando llega esta estación del año, se tiende a querer “arreglar” el huerto, eliminando las hierbas adventicias que compiten con nuestros cultivos, pero también  aquellas que lindan en los márgenes o que aparecen en los bordes de nuestros bancales, buscando muchas veces una simple estética de limpieza y de orden “urbano”, eliminando toda aquella vida “no prevista” dentro de nuestra planificación.

 

El Huerto del CEIP Tirso de Molina en el confinamiento…

 

Aunque los huertos deben ser accesibles y seguros para todas las personas, siendo necesario delimitar y visibilizar bien los caminos mediante el desbroce en determinadas épocas,  este hecho no debe ser incompatible con la idea de mantener la biodiversidad “natural” del propio huerto. Muchas de las plantas herbáceas estacionales que “aparecen” en los huertos, sobre todo en los márgenes donde la tierra apenas está compactada por el paso de las personas, son esenciales para la biodiversidad y la fauna aliada de nuestros cultivos,  ofreciéndoles alimento y cobijo. Por eso nos gusta llamarlas también, plantas compañeras.

Hay muchas especies de insectos, sobre todo de mariposas, que son especialistas a la hora de alimentarse. Eso quiere decir, que necesitan de plantas que únicamente aparecen en praderas (cada vez más escasas consecuencia de la agricultura industrial, la urbanización y la construcción de grandes carreteras, entre otros) o en estos pequeños refugios espontáneos de vida, por lo que es importante conservarlos. (Pincha aquí y descubre más sobre las mariposas)

Pero no sólo eso, sino que además, las raíces de estas plantas ayudan a mantener la estructura del suelo y a captar el agua de las lluvias, evitando así que se encharquen los caminos. Por otro lado, reducen el impacto del “efecto borde”, manteniendo nuestro huerto más protegido del entorno urbano, convirtiéndolo en un pequeño ecosistema cuya temperatura y humedad se verá mejor regulada por la presencia de este dosel vegetal tan diverso.

Además, estos espacios ofrecen un escenario maravilloso de experimentación y aprendizaje para los más pequeños: ¿cuántos pequeños y pequeñas señalan con el dedo y con alegría la aparición de las primeras amapolas? ¿Cuántos niños y niñas imaginan jugar a ser exploradores con sus lupas entre las hojas y las flores? ¿Cuántos niños y niñas buscan el “bicho” más raro, el escarabajo más brillante o la mariposa más bonita?

Algunas de las flores silvestres que están apareciendo en nuestros huertos…

  • Amapola (Papaver rhoeas). Enlace.
  • Cardo silvestre (Onopordum acanthium). Enlace.
  • Jaramagos (Diplotaxis catholica)

Además, muchas de estas plantas presentan usos gastronómicos y medicinales muchas veces desconocidos.

¿Quieres descubrir algunos de ellos? OS recomendamos este documento, «Plantas silvestres comestibles», recopilación de los saberes de Luciano Labajos, un hortelano veterano de Madrid. También os invitamos a ver este otro, del IMIDRA