Como ya hemos hablado den otras entradas, en los huertos habitan una gran cantidad de seres vivos, y muchos de ellos pasan desapercibidos, debido a su pequeño tamaño o a nuestro desconocimiento sobre su existencia.

Otras veces, vemos algunos de los «rastros» que van dejando, pero no sabemos identificar bien qué es lo que vemos. Este puede ser el caso de los minadoresSeguro que habéis visto alguna vez en las hojas unos «caminitos» más claros, como los que aparecen en la imagen…

Los minadores en realidad engloban a un amplio conjunto de larvas de diferentes especies de insectos (Lepidópteros, Himenópteros, Dípteros y Coleópteros frecuentemente) que habitan en el interior del tejido de los frutos o de las hojas, alimentándose de ellas. Se les llama así debido a que van formando túneles en diferentes direcciones, característicos de cada especie, que pueden provocar graves deterioros en las plantas, sobre todo en las primeras fases del desarrollo.

 

El calor y las humedad son factores que condicionan la aparición de estos insectos plaga en nuestros cultivos, así que durante la primavera es cuando hay que comenzar a estar más pendiente de su aparición. En el momento en que comencemos a observar su presencia en algunas hojas, es conveniente eliminar aquellas que estén infectadas para evitar su propagación.

 

Si lo que queremos es combatir la plaga sin eliminar las hojas, no podremos emplear remedios de aplicación externa sobre la hoja, ya que no causarán ningún efecto sobre estas larvas. Podremos emplear aceite de neem a través del riego, que alcanzará el tejido de la hoja junto con el agua, muriendo la larva por envenenamiento tras alimentarse de la misma. Además, este aceite permanece en el interior de la hoja durante unas semanas, por lo que le prevendrá del ataque de insectos chupadores.

Como método preventivo, podemos colocar trampas cromáticas que atraigan a los individuos adultos en el entorno de nuestros cultivos, y evitar así que depositen sus huevos en nuestras plantas.