Las hormigas son unos de los habitantes más molestos en el huerto escolar, sobre todo cuando su población es tan grande que se nos suben por las piernas cuando caminamos por el huerto…
Ya os contamos la interesante relación existente entre las hormigas y los pulgones: las hormigas «pastorean» a los pulgones, protegiéndoles de sus depredadores, a cambio de la dulce melaza que obtienen de ellos. Es fácil ver esta interacción en nuestros cultivos de habas a principios de primavera…
Para evitar que la presencia de estos pequeños insectos se convierta en un problema con consecuencias irremediables sobre nuestros cultivos, podemos aplicar una serie de métodos preventivos con recursos del día a día:
- Olores intensos, como los que emiten el limón, el vinagre, la canela o los posos del café, pueden resultar eficaces para mantener alejadas a las hormigas de nuestro huerto. En el caso del limón y del vinagre, los aplicaremos mediante un pulverizador por las zonas de paso donde transiten las hormigas, sin aplicar grandes cantidades al suelo para evitar que este se acidifique. En el caso de la canela o el café, espolvorearemos de forma insistente las zonas de tránsito, incluyendo la entrada del hormiguero hasta observar que las hormigas comienzan a abandonar la zona. También, podremos colocar ramas de canela en torno a nuestras plantas para evitar que las hormigas accedan hasta ellas, previniendo su asentamiento y obteniendo, además, un olor muy agradable.
- También podremos elaborar algunas infusiones, como por ejemplo, la infusión de ajo o de ruda, para posteriormente pulverizarlas sobre los caminos elaborados por las hormigas para desviarlas de su recorrido.
- Por otro lado, si proporcionamos a las hormigas algunos alimentos trampa como el arroz, la levadura de cerveza o repollo morado, se producirá en el hormiguero una situación de sequedad y anoxia consecuencia de un proceso de fermentación. El arroz, por ejemplo, hervido previamente en agua con azúcar para resultar más atractivo, o simplemente depositado en seco cerca del hormiguero, será acarreado por las hormigas hasta el interior, donde fermentará provocando la muerte de las mismas. Hay varias opiniones con respecto a la causa y la efectividad de este método, así que lo mejor será que lo experimentemos para observar los resultados.
- Por último, podemos usar otros remedios ecológicos, como la tierra de diatomeas, conformada por algas unicelulares cubiertas por sílice, que, al contacto con el exoesqueleto del insecto, provocan perforaciones que conllevan su muerte por deshidratación. Este producto se aplica espolvoreándolo sobre las plantas afectadas y las zonas colindantes, teniendo un efecto preventivo y de larga duración. Pero es mejor no echar demasiado, ya que puede afectar a otros «bichos» buenos.
Estos son sólo algunos de los remedios que podemos emplear para prevenir y controlar las colonias de hormigas en nuestro huerto, habiendo otro muchos como la aplicación de bicarbonato de sodio, hilos de cobre en torno a las plantas o la presencia de plantas compañeras, como los tajetes que pueden prevenir su aparición. Aquí podéis seguir leyendo sobre algunos de estos remedios.
La mejor forma de saber cuál de todo es el mejor remedio es… ¡ponerlos a prueba!
Si os animáis con alguno, ¡contadnos el resultado!
¡Y enviadnos fotos del proceso!