Es sorprendente conocer todas las posibilidades que tienen las plantas que se encuentran en nuestros huertos y macetas. Os proponemos aprender a mirar con otros ojos y aprovechar al máximo los recursos cercanos de los que disponemos, siendo muchas de las consideradas plantas adventicias, un tesoro vegetal a nuestro alcance.
La ortiga es una planta cosmopolita, esto es, que crece en prácticamente todo el mundo. Y lo mejor es que también la conoce todo el mundo. ¿Por qué es tan conocida? Porque prácticamente todos nosotros aprendimos desde la infancia que tocar una ortiga es doloroso. Y eso no se olvida.
Lo que ocurre es que en realidad tienen unos pelitos conectados a unas ampollas llenas de un líquido irritante. Al contacto con la piel producen una el pelo, que es duro pero con un punta muy frágil, se rompe y libera una sustancia cuyos componentes no se conocen al 100%. Pero lo que sí se sabe es que tiene mucho ácido fórmico, que es el causante de esa irritación que todo el mundo ha sufrido alguna vez al tocar las hojas o el tallo de la ortiga.
Y pese a todo, la ortiga es una planta que se ha utilizado desde siempre con diversos fines. Desde la Edad Media se viene usando como planta medicinal para la diuresis y desde hace 20 años de sus raíces se utilizan para tratar dolencias de la próstata. También la fitoterapia viene usando esta planta también para combatir muchas enfermedades como el reumatismo, la gota, la artritis, la osteoartritis o los cálculos renales.
¿Y se usa para algo más?
La ortiga nutricionalmente de gran importancia por su riqueza en sales minerales y vitaminas. Las ortigas contienen vitamina A y C, hierro, ácido salicílico y proteínas.
Las hojas de esta planta son uno de los ingredientes del preboggion, mezcla de hierbas típica de la cocina de Liguria (Italia). También en España se ha empleado tradicionalmente para la elaboración de tortillas, tras escaldar las hojas para eliminar el efecto urticante, así como en otros platos. Lo que os presentamos aquí es una receta de repostería:
Esta original y sencilla receta, nos permite descubrir una de las plantas multifuncionales más presente y a la vez, más desconocida, la ortiga mayor (urtica dioica). Disfruta del arte de cocinar y saborea estas deliciosas y saludables magdalenas.