El aspecto seco y amarillento del Ensanche de Vallecas tiene sus días contados. El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha un ambicioso plan para mejorar el cuidado y las zonas verdes del que posiblemente se convierta en el próximo barrio administrativo de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad, ha iniciado las obras para la instalación de la red de riego en el Ensanche que permitirá la conservación de sus zonas verdes en el marco de un proyecto dotado con un presupuesto de 2,8 millones de euros y cuya ejecución está prevista en un plazo de diez meses.

Con esta gran actuación, repartida en seis unidades de ejecución, el Ayuntamiento de Madrid busca dar respuesta a las demandas vecinales, velando por una óptima conservación de las zonas verdes.

La construcción de esta red de riego primaria del Ensanche de Vallecas completa las actuaciones iniciadas en el año 2006 por parte del Ayuntamiento de Madrid, y paralizadas en el año 2009, en las que se acometieron obras en tan sólo una de las seis unidades de ejecución presentes en el proyecto presente.

“La instalación de la red de riego en el Ensanche de Vallecas es uno de los proyectos que quedaron abandonados y que ahora estamos recuperando”, asegura el Concejal Presidente del distrito de Villa de Vallecas, Francisco Pérez Ramos.

Así se recoge en el proyecto de esta obra cuya finalidad es “completar la red ejecutada en su día, discurriendo fundamentalmente por las zonas verdes de sistemas generales, de tal forma que todas las zonas verdes del ámbito se rieguen con agua regenerada”.

Asimismo, esta actuación comprende la reparación de un segmento de la red previamente ejecutada. En total, se trata de más de 11.041 kilómetros de canalizaciones para esta red del Ensanche de Vallecas.

La red de distribución de agua discurrirá en zanja por terrenos de titularidad municipal a través de las propias zonas vedes y los viales. Para la misma, se han proyectado desagües en los puntos bajos de la red, cercanos a pozos de registro de la red de alcantarillado para así facilitar el vaciado en caso de rotura y el lavado de las tuberías antes de su puesta en servicio.

Además, en los principales puntos de la red se han proyectado mecanismos de purga automática de aire aislados de la tubería principal mediante válvulas de compuerta, para permitir su mantenimiento y, eventualmente, poder regular el suministro.