Voluntarios por Madrid desarrolla desde hace tiempo numerosas acciones solidarias en todos los ámbitos de la vida social de la ciudad. A raíz del confinamiento surgió el proyecto ‘Es el momento de la buena vecindad’, donde la fraternidad ciudadana, sin duda, marcó un antes y un después en la vida de muchas personas, y Eva, vecina de nuestro distrito de San Blas-Canillejas, ha sido ejemplo de ello.
La solidaridad ciudadana renació frente al confinamiento que provocó la COVID-19. Este compañerismo se vio reflejado en el gran número de solicitudes de inscripción que recibió el programa Voluntarios por Madrid en los tres primeros meses de la pandemia, más de 2.700. Ante la situación en la que la sociedad se vio envuelta, el Ayuntamiento impulsó la campaña ‘Es el momento de la buena vecindad’ para prestar ayuda a personas que estuvieran en situación de mayor vulnerabilidad.
Nuestra protagonista de hoy, Eva, es azafata de vuelo y durante el confinamiento, debido a la paralización de los viajes, se vio sumida en un ERTE que interrumpió por completo su vida profesional. Acostumbrada a llevar un estilo de vida muy activo y enérgico, no se quiso quedar de manos cruzadas y en junio llegó a Voluntarios por Madrid. Allí conoció a Mar –para ella Maruka-, a la que desde siempre le ha encantado pasear y el deporte, pero debido a su problema de vista y al desconocimiento del nuevo barrio de Ventas donde se había mudado recientemente necesitaba a una persona que le acompañara en sus paseos rutinarios.
Eva ha sido esa persona. Al principio era voluntaria –‘voluntaria interina’ como le dice Mar cariñosamente-, pero poco a poco se ha ido convirtiendo en amiga. Desde el primer momento en que se conocieron conectaron. La poca diferencia de edad entre ellas, como ambas conciben la vida y las cosas que tienen en común seguramente influyeron en ello.
Para la azafata de vuelo es un gusto haber compartido momentos con Mar, le ha dejado huella y le ha enseñado a relativizar todo. “No nos damos cuenta de la suerte que tenemos, hay que tener perspectiva y Maruka te hace tener perspectiva absoluta de que nos tenemos que sentir afortunados cada día”, comenta dichosa, y es que, para ella, Mar es una auténtica lección de vida que, a pesar de la situación que vivimos, le ha hecho sentirse afortunada. “Estoy segura de que esto es el comienzo de una bonita amistad. He tenido suerte, hemos tenido suerte”, afirma con una sonrisa.
Ambas han hecho un tándem y han aprendido la una de la otra. Eva nació en Salamanca y, aunque actualmente vive en Madrid, su trabajo como azafata no le ha dejado conocer algunos rincones de la capital. Ahora, gracias a Mar, ha visitado sitios en los que nunca había estado. “Maruka forma parte ya de algo que yo no conocía de Madrid. Me está enseñando calles, sitios y muchísimas cosas. Ella es como si fuera mi Google Maps y yo sus zapatillas”.
Mar ha supuesto para ella una forma muy diferente de ver la vida, y más en este momento. “Yo estaba muy asustada y al final ha sido un gusto. Un gusto de enfoque, de valentía, de arrojo… Maruka va más allá, es un ejemplo. Todo lo que te cuenten por ahí de la gente valiosa, pues ella es una”, añade la salamantina.
Soledad no deseada
Poder ofrecer ayuda a las personas que más lo necesitan, incluso realizar actividades de voluntariado, ayuda a prevenir o alejarse de situaciones de soledad. A veces surge la ruptura del vínculo social que lleva a un sentimiento de vacío y frustración, a lo que se le denomina soledad no deseada.
Voluntarios por Madrid, el programa de voluntariado municipal que gestiona el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, además de desarrollar acciones solidarias en todos los ámbitos de la vida social de la ciudad, apoya las nuevas iniciativas, como un proyecto promovido por Madrid Salud que ofrece actividades a todo tipo de personas que implican la participación e identificación con el entorno social o la estrategia contra la soledad no deseada en personas mayores, presentada recientemente por el Área de Familias.
Voluntarios por Madrid está preparando, además, un innovador proyecto tecnológico por el que pronto se hará realidad la compañía de los vecinos y vecinas voluntarios con los mayores de nuestra ciudad.
Cada día cuando nos levantamos tomamos decisiones, pero hay algunas que cambian nuestra perspectiva de ver la vida, y a Eva participar en Voluntarios por Madrid le ha enriquecido en todos los sentidos. Ella forma parte de las más de 600 personas en nuestro distrito que dedican parte de su tiempo a los demás.
¿Y tú? ¿Quieres colaborar con Voluntarios por Madrid? ¡Anímate y llama al 900 700 888! Comparte emociones, crea vínculos de amistad y participa en este gran equipo de personas solidarias que hace de Madrid un lugar mejor.