Gobernanza, sociedad civil y participación

Cultura de la participación y participación en la política cultural

 

En la sociedad actual son numerosos los actores que desean mejorar las políticas públicas y cambiar los paradigmas de gobierno. Se trata de uno de los temas esenciales que se debaten hoy en día en el ámbito internacional: la gobernanza participativa en diferentes contextos geopolíticos y sociales para la generación de nuevas ideas, así como sus posibilidades de integración en el marco existente de políticas culturales.

En España, desde el punto de vista institucional, las competencias que afectan a la cultura se distribuyen entre las diferentes Administraciones Públicas. Como parte de ellas, son los Ayuntamientos quienes tienen más capacidad de gobierno, influencia y contacto con la ciudadanía; a la par que la responsabilidad del diseño de políticas locales e implementación de medidas situadas sobre el entorno más cercano. Una función de proximidad que debe servir para asegurar la promoción de la cultura, y todas sus expresiones, como bien común, como derecho ciudadano, como factor clave de generación de cohesión y transformación social, y como uno de los pilares del desarrollo sostenible.

Madrid posee un ecosistema cultural de gran riqueza y diversidad. En el territorio madrileño converge la acción de creadores y artistas, asociaciones, sindicatos, plataformas, colectivos, empresas, espacios, festivales; así como instituciones culturales públicas y privadas, nacionales e internacionales. Y, por supuesto, miles de ciudadanos y ciudadanas interesados e implicados en la cultura de su ciudad. Una gran red en la que es posible conjugar la autonomía y acción individual con el trabajo común desde la cooperación y conectividad.

Son muchas las políticas públicas que incorporan y normalizan la consulta, escucha y elaboración conjunta con los usuarios de los servicios públicos, mejorando su eficiencia. Madrid, por ejemplo, dispone actualmente de nueve Consejos Sectoriales en funcionamiento en diferentes ámbitos. Sin embargo y a diferencia de otras grandes ciudades, no ha tenido su propio consejo de cultura.

Atendiendo al compromiso con la sensibilidad e histórica demanda del tejido cultural, ha llegado el momento de crear un espacio estable, plural y organizado para el encuentro, el diálogo y la participación en la política cultural municipal.

 

Marco internacional

 

Consejo de Europa
Desde los años 80 insta a los Estados a fomentar la participación ciudadana, especialmente desde el ámbito local. Véase como ejemplo la Recomendación No 19 de 2001 del Comité de Ministros del Consejo de Europa a los Estados miembros sobre la participación de los ciudadanos en la vida pública en el nivel local. También recoge la gobernanza y participación el Compendio de Políticas y Tendencias Culturales en Europa.

 

UNESCO
La Convención de la Diversidad de Expresiones Culturales de 2005, reconoce el papel de la sociedad civil y fomenta su “participación activa”. Esta Convención fue ratificada por España el 18 de diciembre de 2006 (ratificación de la Convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales). Asimismo, el documento de referencia “Repensar las Políticas Culturales XXI” aborda la cuestión de la participación en el diseño de las políticas culturales desde la gobernanza y la colaboración con la sociedad civil.

 

Naciones Unidas
Trata en la Observación 21 el derecho a participar en la vida cultural, no sólo entendido como el derecho de acceso a las actividades culturales, sino a la participación en las políticas públicas. (Observaciones generales aprobadas por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)

 

Carta Cultural Iberoamericana
Reconoce entre sus principios la participación, para la que deberá existir marcos normativos e institucionales, así como su transversalidad y complementariedad con el resto de políticas públicas, (culturasiberoamericanas.org).

 

Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU)
La Agenda 21 de la Cultura de la CGLU, de la que Madrid es parte, sitúa la cultura en el cuarto pilar del desarrollo urbano. La propia Agenda 21 ha trabajado en recomendaciones para las ciudades, como la elaboración de un Plan Estratégico que incorpore la cultura de forma transversal al resto de políticas públicas, que establezca órganos de participación de la sociedad civil en el diseño y elaboración de las políticas culturales y que se trabaje en aspectos como la evaluación y medición de resultados.

 

Marco nacional

 

En el sistema jurídico español, si realizamos una interpretación sistemática de la Constitución española poniendo en conexión los artículos 44, 9.2 y 23.1, podemos concluir que es función y obligación de los poderes públicos promover y defender el derecho de acceso a la cultura, así como facilitar la participación en la vida política, económica, cultural y social.

También podemos extraer del artículo 69 de la Ley de Bases de Régimen Local que “las corporaciones locales facilitarán la participación de todos los ciudadanos en la vida local” lo cual, y en consonancia con la propia Constitución, abre la puerta a la Democracia Participativa o Democracia Directa en la gestión de los asuntos públicos.

 

Marco local: la participación ciudadana como política transversal del Ayuntamiento de Madrid

 

La participación ciudadana es una política transversal que ha situado a la ciudad de Madrid como un referente en procesos de participación, con iniciativas como Decide Madrid, los presupuestos participativos o los Foros Locales.

El modelo de participación impulsado desde el Área de Gobierno de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto implica por tanto a la totalidad de la acción municipal, en torno a líneas estratégicas como:

  • El fomento del asociacionismo y el fortalecimiento del tejido asociativo de la ciudad.
  • El desarrollo del sistema de participación individual y de la e-participación.
  • La promoción y consolidación de la participación ciudadana en los procesos de corrección de los desequilibrios socioeconómicos de la ciudad.
  • La coordinación de los órganos permanentes para la participación ciudadana.

Dentro de este modelo se establecen además órganos de participación estables como: los Consejos Sectoriales, que son los órganos para la participación ciudadana en las grandes áreas de actividad municipal; y los Consejos Territoriales de Distrito y Foros Locales, que se configuran como los órganos básicos para la participación ciudadana y, por tanto, lo conforman los representantes de las asociaciones de vecinos.

En el ámbito de la Cultura y en esta legislatura, desde el Área de Gobierno de Cultura y Deportes se han abierto nuevos espacios de encuentro con los diversos interlocutores del tejido cultural:

  • Laboratorios (2016)Se definieron como un espacio de participación en las instituciones y en las políticas culturales públicas de la ciudad. Agentes culturales, responsables municipales y ciudadanía trabajaron juntos sobre los ejes estratégicos y acciones previstas, entre las que destaca la propia propuesta de creación de un Consejo de Cultura.
    Más información en diario.madrid.es/laboratorioscultura
  • Mesas sectoriales (2017 – 2018)Convocadas en respuesta a una petición del sector y concebidas como un espacio flexible para el diálogo directo con el Área de Cultura y los grupos políticos municipales. Entre mayo y noviembre de 2017 se constituyeron mesas sectoriales de artes escénicas, artes visuales, cine, música y libro.Además de servir de canal de contacto con el tejido cultural, se ha contado con su participación, entre otras consultas, en la propuesta de miembros para las comisiones de valoración de subvenciones, premios y concursos de las direcciones artísticas de los centros, o en la formación de un grupo de trabajo transversal en materia urbanística.

La evolución de estas iniciativas culmina ahora en el Consejo de Cultura de la ciudad de Madrid, siendo las mesas sectoriales el paso previo a su constitución.

 

Un Consejo de Cultura para la ciudad de Madrid

 

La creación del Consejo de Cultura de la ciudad de Madrid se presenta, tras el análisis anterior, como vía para cristalizar la participación en las políticas culturales a través de un órgano de carácter estable, dinámico y abierto. Para garantizar su organización, independencia y continuidad a largo plazo, y conforme a la normativa municipal, deberá constituirse por la vía del Consejo Sectorial que prevén los artículos 60 y siguientes del Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana, dotando al nuevo Consejo de normas reguladoras específicas mediante la aprobación de un reglamento propio.

En el documento base que está en proceso de diseño puedes consultar las líneas estratégicas y características generales que sirven de punto de partida para el análisis y debate. El proceso que ahora se inicia se plantea como un espacio de codiseño con el tejido cultural, en el que se valoren conjuntamente las diversas perspectivas, aportaciones y modificaciones.