Todas las grandes ciudades tienen una calle mítica y especial, ya sea una gran avenida o una recóndita callejuela. La Gran Vía de Madrid, la Quinta Avenida de Nueva York, los Campos Elíseos de París, Oxford Street en Londres… Algunas son famosas por su ambiente comercial o por los bellos rincones que esconden. Otras, por su historia y su frenética actividad.

Si hablamos de nuestro distrito y de calles emblemáticas tenemos que pensar en la Gran Vía de Villaverde, la gran avenida de 3.331 metros que vertebra al distrito, uniendo Villaverde Alto y Bajo, y que supuso una verdadera revolución cuando se construyó al conseguir salvar la brecha de la línea de ferrocarril sobre la que se levanta -a unos cuatro metros de altura- y que separaba ambas zonas.

La Gran Vía de Villaverde ha visto cómo el paso del tiempo ha deteriorado el estado de la calzada y las condiciones de las zonas estanciales y de esparcimiento que la recorren. Por eso, desde la junta municipal se impulsó su total remodelación para mejorar las condiciones de accesibilidad y movilidad peatonal, a través de unas obras que está ejecutando el área de Obras y Equipamiento del Ayuntamiento de Madrid, y que cuenta con una inversión de 2,4 millones de euros cofinanciada por los fondos Next Generation de la Unión Europea. Pero antes de llegar a este punto, vamos a echar la vista atrás unos años para conocer el origen de esta calle.

Un poco de historia

La Gran Vía de Villaverde se construyó entre septiembre de 2002 y noviembre de 2004 con el objetivo de satisfacer las necesidades de movilidad existentes en el distrito. Su recorrido transcurría desde el Camino Real de Pinto hasta la calle de Clara Schumann, facilitando la conexión con la avenida de Andalucía. Así, hay que remontarse a 2004 para que los vecinos de Villaverde pudiesen disfrutar plenamente de su ‘Gran Vía’.

Dada la gran envergadura de la obra, la calle se construyó en dos fases. La primera, inaugurada en el verano de 2003, constaba de 1.400 metros entre las avenidas  Real de Pinto y de Andalucía y varias zonas diferenciadas, entre ellas, espacios de paseo y ocio.

 

Por aquel entonces también se inauguró la gigantesca escultura de piedra compuesta por enormes letras que conforman el nombre de Gran Vía de Villaverde y que hoy es uno de los símbolos del distrito.

Meses más tarde, se concluyó la construcción de la vía, con una segunda fase de 1.500 metros. En ese momento, en la primavera de 2004, Villaverde contaba con su propia calle ‘Gran Vía’, una infraestructura vial, con bulevar peatonal y un carril bici. La nueva dotación incluía un área de esparcimiento con zonas infantiles y espacios verdes que sirvieron de nuevo punto de encuentro de los vecinos.

Nueva puesta a punto

Ahora, casi dos décadas después y mucha vida trascurrida por el paseo hacen necesaria una nueva puesta a punto. Por eso, el pasado mes de octubre comenzaron unos trabajos de renovación en el tramo comprendido entre la calle de Domingo Párraga (en la estación de Villaverde Alto) y la avenida de los Rosales (pasada la estación de Villaverde Bajo) que se prolongarán hasta el otoño del próximo año y que cuenta con una inversión de 2,4 millones de euros.

La intervención contempla la construcción de un nuevo carril segregado y bidireccional, que va a sustituir a la actual acera bici, que se reconvertirá en un circuito biosaludable con aparatos de ejercicio para mayores y calistenia. La nueva vía para ciclistas va a permitir acceder en bici a la estación de Villaverde Alto, a través de la avenida Real de Pinto y la calle de Domingo Párraga, y también al Parque Lineal del Manzanares por la calle de Americio y la avenida de los Ángeles.

Una vía más accesible

La nueva Gran Vía de Villaverde no solo facilitará la movilidad, sino también mejorará la accesibilidad al incluir la construcción de una rampa entre la avenida de Andalucía y la calle de María Droc. Con ello, se podrá llegar caminando desde los barrios de los Ángeles y los Rosales al de San Cristóbal y el polígono de la Resina.

Además, los más de 70 pasos de peatones que se distribuyen a lo largo de su recorrido se desplazarán para favorecer al viandante y los grandes maceteros existentes también se reubicarán en las aceras para conseguir un itinerario accesible en ambas.

Con todo, en otoño de 2023, el distrito contará con una renovada Gran Vía de Villaverde, más moderna y amigable, pero igualmente singular.