Faustina Valladolid da nombre al centro deportivo municipal de Valdebernardo desde hace meses. Allí hay también una placa en reconocimiento a esta deportista madrileña, pionera del ciclismo femenino en los años 30 del siglo XX. Pero no ha sido hasta este 3 de junio cuando ha tenido lugar el acto homenaje con su hija Aurora Acero Valladolid, sus nietos y familiares, que han venido desde Buenos Aires. Y es que Faustina Valladolid emigró a Argentina en 1949 con su marido y con la propia Aurora, que entonces tenía seis años.

En el Centro Deportivo Municipal Faustina Valladolid

El concejal en funciones del distrito de Vicálvaro, Carlos Sánchez Mato, ha hecho las veces de anfitrión de la familia, acompañado del director general de Deportes del Ayuntamiento de Madrid, Francisco Javier Odriozola, y del biógrafo de Faustina Valladolid, el periodista Ignacio Ramos.

Aurora Acero Valladolid con sus hijos junto a la placa conmemorativa de su madre en el Centro Deportivo Municipal Faustina Valladolid

También han participado en el acto de recepción Otilia Camacho, de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP), y Sol Otero, hija de Enrique Otero, que fue uno de los fundadores del Velo-Club Portillo. El marido de Faustina Valladolid, Demetrio Acero (1911-1974), que era aficionado al ciclismo y fue quien la inició en la práctica deportiva, era socio del club. Y ella acabaría saliendo a entrenar con sus compañeros de club a los puertos de la sierra madrileña.

Un referente de entusiasmo y laboriosidad

Faustina Valladolid (Madrid 1914 – Buenos Aires 2005) se atrevió a ir contracorriente en una época en la que el ciclismo era un deporte totalmente masculino y en una sociedad en la que sorprendía incluso la ropa deportiva con pantalón corto en una mujer. Compitió en las primeras pruebas femeninas que se desarrollaron en España, ganó premios y fundó junto a otras aficionadas el Club Ciclista Femenino As. Su popularidad, a la que contribuyó su aparición en la prensa, le convirtió en referente del deporte femenino y ayudó a abrir la puerta a otras jóvenes.

Faustina Valladolid hizo del ciclismo su forma de vida. La bicicleta era su deporte, su pasión y hasta su transporte para ir a la fábrica donde trabajaba como pulidora

Tras ser madre, ya en 1945, aunque el ciclismo estaba desaconsejado para las mujeres, protagonizó dos increíbles pruebas contrarreloj de 100 km, gracias a las gestiones del Velo-Club Portillo. El Ayuntamiento de Madrid permitió que rodara en el paseo de coches del parque del Retiro con el fin de lograr el récord oficial femenino de España. El club le entregó un diploma que transmitía su admiración «por la lección ejemplar de su actuación deportiva, modelo insuperable de entusiasmo y laboriosidad».

Desde su salida de España en 1949 no se celebraron pruebas para mujeres hasta la llegada de la democracia. Fue en 1979 cuando se disputó el I Campeonato de España de Ciclismo Femenino.

Visibilizar a la mujer deportista

La propuesta de nueva denominación del centro deportivo se aprobó en el pleno de la junta municipal de Vicálvaro del 19 de octubre de 2017, con el propósito de rescatar del olvido a mujeres que han formado parte de la historia del deporte español y honrar su memoria en espacios públicos. El distrito cuenta con los dos primeros polideportivos con nombres de mujeres deportistas. Porque además del Centro Deportivo Municipal Faustina Valladolid, en el casco histórico de Vicálvaro está el Centro Deportivo Municipal Margot Moles.

Para mostrar quiénes fueron estas deportistas en la historia del deporte español y acercar referentes femeninos a las jóvenes, la junta de distrito también ha editado dos libros con las biografías de las deportistas, escritas por el periodista Ignacio Ramos Altamira. En el caso de Faustina Valladolid, su pista se había perdido al haber emigrado a otro país. La investigación de Ramos ha hecho posible contactar con la familia y finalmente contar con su visita, que deja sonrisas y orgullo en Vicálvaro.