(Foto: AVV)
La despedida de año no sería lo mismo sin la gran carrera popular urbana del 31 de diciembre, la San Silvestre Vicalvareña, que este año llega a su 39 edición. Una tradición navideña que, como cada año, recibe el apoyo y respuesta de la ciudadanía: los 1500 dorsales de la carrera de 8 kilómetros están agotados desde hace días. Y es que se trata de un evento deportivo, sí, pero que se ve inundado por el espíritu festivo.
La San Silvestre Vicalvareña es una iniciativa de la Asociación Vecinal de Vicálvaro (AVV), con el apoyo de la junta municipal del distrito y que cuenta con la colaboración del Club de Atletismo Suanzes en la dirección técnica.
40 años menos uno
En sus inicios, la San Silvestre Vicalvareña era solo una carrera infantil. En la primera edición de 1978 participaron 39 niños, recuerdan desde la AVV. Y no fue hasta la décima edición, en 1988, cuando se amplió a todas las categorías, incluida la carrera de 8 kilómetros. De estos cuarenta años, uno tuvo que suspenderse en el último momento a causa de una intensa nevada; por eso este año se celebre la 39 edición.
8 kilómetros para correr y animar
La carrera de 8 kilómetros parte del Centro Deportivo Municipal Margot Moles a las 11.45 horas, en el paseo del Polideportivo nº 3, y pasa por tres barrios del distrito: Casco Histórico de Vicálvaro, Valdebernardo y Valderrivas. Con una salida suave, cuesta abajo hacia el recinto ferial, la San Silvestre Vicalvareña recorre las calles de Villablanca y Casalarreina hasta el bulevar de Valdebernardo, y vuelta por Camino Viejo de Vicálvaro, San Cipriano y Minerva, hasta la línea de meta en el anillo azul de la flamante pista de atletismo de Vicálvaro.
Las carreras en categorías para menores dan comienzo a partir de las 10 horas con recorrido por los alrededores del paseo del Polideportivo.
Recogida solidaria de alimentos
Durante la mañana de la San Silvestre Vicalvareña, la Asociación Vecinal de Vicálvaro también organiza una recogida solidaria de alimentos en el polideportivo, que se destinan a personas del distrito en desventaja social.
Qué se puede donar: alimentos en recipientes que no sean de cristal, en general, productos básicos no perecederos como legumbres, pasta, arroz, leche o aceite. También, frutos secos o zumos, precocinados, conservas o alimentos infantiles como potitos o leche en polvo.