El concepto de rumor genera curiosidad y llama la atención, frente al rechazo que crea hablar de problemas sociales como racismo o xenofobia. He ahí la clave de la campaña ‘Usera Antirumores’, un proyecto de la Junta de este distrito que no es una campaña de sensibilización y comunicación al uso, sino una estrategia que combina políticas públicas y movimiento social para mejorar la convivencia en nuestros barrios frente a los estereotipos y prejuicios que nos separan.

Así lo ha explicado Daniel de Torres, director de Antirumours Global, autor del Manual Antirumores del Consejo de Europa y director de la RECI (Red española de ciudades interculturales), que el pasado jueves 22 de marzo invitamos al I Encuentro Usera antirumores con motivo del Día Internacional contra el Racismo (21 de marzo). Más de 70 personas se dieron cita para conocer mejor esta estrategia que nació en Barcelona en 2010 para combatir la xenofobia, ha sido acogida ya por otras ciudades españolas como Zaragoza, Fuenlabrada, Tenerife, Vitoria y Bilbao, y países europeos como Irlanda, Polonia, Grecia o Portugal.

«Se trata de una metodología que venimos sistematizando y evaluando en más de 20 ciudades alrededor del mundo. Su potencial radica en que es una metodología flexible, que se adapta a la situación de cada ciudad, porque prejuicios hay en todos los lugares, tanto en los que hay un 1 como un 40% de población migrante, y son igual de determinantes en cada sitio para las relaciones humanas, aunque operen de maneras diversas» explicaba Torres al comienzo de la jornada.

«La clave es llegar a la gente que no se considera racista – en el sentido de actuar violentamente contra otras personas – pero que, aunque sea de manera inconsciente, también reproducen tópicos alrededor de algunos colectivos discriminados o sobre la población migrante» afirmaba. Se trata de reducir o frenar falsas creencias y/o generalizaciones que se presentan en la vida cotidiana e interrumpir ese “runrún” que puede presentarse en forma de broma, argumento y/o crítica, aparentemente inofensivos” ha señalado Daniel, aclarando que siempre hay que hacerlo desde el diálogo y la empatía y no desde el paternalismo o la superioridad moral.

«Desde las estrategias antirumores tratamos de facilitar herramientas prácticas a las personas que se implican. No podemos quedarnos en las formaciones y talleres. Tenemos que trabajar el cara a cara en nuestro día a día, poder implantar la duda desde el razonamiento en ese vecino que nos comenta en el ascensor algún tópico sobre un  grupo de gente, para que esos comentarios no sean percibidos como algo natural o aprobado socialmente. El mayor indicador de éxito de que esta campaña funciona sería que días después pudiésemos volver a hablar del tema con nuestro vecino y preguntarle si reflexionó sobre lo que dijo, siempre escuchando y dando argumentos y sin entrar en descalificaciones».

Al final, uno de los objetivos fundamental de la estrategia participativa y sostenida en el tiempo es que ésta sea transversal a todos los ámbitos de nuestra vida, y eso incluye la Administración pública. Que el personal técnico de la Administración como los vecinos y vecinas de Usera se conviertan en participantes activos de la campaña, generando una “red de agentes antirumores”, que propongan otros discursos inclusivos y los difundan para hacer que otras personas también se den cuenta de los juicios de valor que generan fractura social. «Al fin y al cabo, se trata de una estrategia que bebe del enfoque intercultural y por tanto no busca solo combatir lo negativo – racismo y xenofobia – sino poner en valor la diversidad de una comunidad. 

Desmontando tópicos

Para la dinamización de este proyecto, la Junta ha contado con diferentes profesionales del Programa para el Impulso y Mejora de la Convivencia Intercultural del distrito, así como del Servicio de Convivencia Intercultural en barrios del Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, que gestiona La Rueca Asociación. Este Servicio de Convivencia ya desarrolla programas de eliminación de tópicos racistas en otros distritos madrileños como Vallecas, Vicálvaro o Villaverde. La estrategia Usera Antirumores pretende también incluir perspectivas de género y LGTBI, como se hizo en el I Torneo por la diversidad celebrado en Arganzuela en febrero, analizando cómo los estereotipos por cuestión de etnia o procedencia se interrelacionan con el sistema patriarcal. 

La primera fase del proyecto, recién iniciada, consiste en la realización de entrevistas a informantes clave del distrito (profesionales que trabajen directamente con la vecindad) para identificar los principales prejuicios respecto a colectivos que puedan estar discriminados en el distrito, conocer sus argumentaciones y los contextos a través de los que suelen difundirse. Asimismo, también se están realizando vídeos con integrantes de las propias comunidades que padecen estos rumores para que ellos mismos puedan expresarse y facilitar que el resto de vecinos y vecinas pongan voz a estas personas, más allá del estereotipo.

Diferentes entidades vecinales, sociales y culturales, incluida la Mesa de Inmigración e Interculturalidad del Foro Local de Usera, se han sumado ya a la campaña para realizar talleres de Desmontando Tópicos Racistas en sus distintas sedes, y formar a los vecinos/as que quieran implicarse hasta crear una red de agentes en el distrito que permita afrontar situaciones de marginalidad y exclusión en los barrios.

La campaña cuenta, además con un blog de fotos, noticias y videos y acciones de información transversales a los grandes eventos del año en Usera como el Año Nuevo Chino o el Día de las Personas Migrantes (18 diciembre),  y próximamente fiestas del distrito, Semana del Orgullo LGTBIQ+ y la del libro.