La Operación Asfalto de 2025, el ambicioso plan anual del Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid para la renovación de calzadas que persigue mejorar el estado de las vías urbanas bajo criterios de sostenibilidad, seguridad y eficiencia medioambiental, llegó a San Blas-Canillejas el pasado mes de mayo. Esta primera fase contemplaba la intervención de ocho calles a lo largo del distrito, una superficie total de 37.789 m2. Su objetivo: disminuir los niveles sonoros de rodadura y la contaminación del aire, gracias al uso de materiales sostenibles.

Ahora, la segunda fase de esta operación municipal amplía su alcance con una inversión de 5,5 millones de euros y la renovación de 296.144 m² de calzadas en 111 calles de toda la ciudad.

Como consecuencia, en nuestro distrito esta nueva etapa contempla la mejora de cuatro nuevas vías, que suman una superficie de 8.648,42 m². Tras un análisis técnico basado en su estado de conservación y volumen de tráfico las calles seleccionadas para esta nueva fase han sido:

  • Calle de Boltaña (entre San Mariano y Nicolasa Gómez, incluida glorieta)
  • Calle de Oslo (entre Estocolmo y Manchester)
  • Calle de Ribadesella
  • Calle de Castropol (entre Cangas de Narcea y Hermanos García Noblejas)

Con estas actuaciones de la Operación Asfalto 2025, ya son 12 las calles de San Blas-Canillejas las que se beneficiarán este año de una mejora integral del pavimento, alcanzando una superficie total de 47.437,42 m², en beneficio de la seguridad y comodidad de vecinos y vecinas.

Asfalto más sostenible para una ciudad más segura

La Operación Asfalto 2025 supone una inversión de 17,7 millones de euros para renovar el pavimento en 367 calles a lo largo de los 21 distritos. Esto se traduce en una superficie de cerca de 900.569 m2. Para ello, se emplearán alrededor de 105.000 toneladas de asfalto, cuya composición es más respetuosa con el medioambiente en comparación con las que se venían usando anteriormente.

Además, la mitad del material utilizado serán mezclas bituminosas semicalientes. Se pueden fabricar a menor temperatura, unos 30ºC inferior a las mezclas en caliente tradicionales. Esto reduce las emisiones de gases contaminantes, así como la exposición de los trabajadores a humos, hidrocarburos y olores y el consumo energético. Todo esto permite, además, trabajar a con este material a temperaturas ambientales menores, pero manteniendo las características mecánicas y de durabilidad similares a las tradicionales.