Las propuestas culturales gratuitas del mes de agosto nos van a permitir un recorrido expositivo a los cuatro vientos. Los centros culturales Emilia Pardo Bazán, Rafael Altamira-Quinta del Berro y el Espacio Núñez de Balboa del distrito acogen en horario de 9:00 a 21:00 h las visiones personales de tres autores. Si quieres conocer más sobre cada uno de ellos, anímate y pasa un rato al frescor de cuadros de diferentes estilos.
La primera de las propuestas a la que te invitamos es la de Silvia Huerta de Soto Duarte con sus pinturas a pastel sobre papel de Estaciones, un recorrido personal por las estaciones meteorológicas en Núñez de Balboa 40.
Esta licenciada en Derecho y ADE compatibiliza su trabajo con la producción artística. Una parte de esa obra caracterizada por la abstracción, el minimalismo y la armonía de colores se puede visitar hasta el próximo 31 de agosto.
Mª Isabel Abad Ramos nos ofrece en el CC Rafael Altamira-Quinta del Berro una serie de paisajes realizados en diferentes técnicas pictóricas. Pastel, óleo, aunque su gran pasión es el empleo de la acuarela. Sus obras son profundas y reflejan el mar de emociones, que transportarán al espectador a la pasión de la propia autora. La luz y el color son unas de las notas características de las obras que podrás visitar en el CC Rafael Altamira-Quinta del Berro (entrada por Enrique D´Almonte, 1) hasta el próximo 31 de agosto.
Y, a partir del 9 de agosto y, hasta el día 6 de septiembre, la pintora extremeña Elena Olmos, en colaboración con el científico Miguel Peiró, nos traslada al mundo de la ciencia con Lo invisible: de la mínima vibración a tus ojos.
Pintora y científico nos explican, a través de un extenso recorrido pictórico, cómo la materia visible corresponde a un 15% del Universo, mientras que el 85% restante no lo vemos ni lo podemos apreciar de ninguna manera. Encuadrada dentro del movimiento artístico del caoísmo, a lo largo de esta exposición, el arte y la ciencia se dan la mano.
Este caoísmo, concepto creado por la propia Olmos junto Mario J. Cobo, se produce por la situación en la que, tras la pandemia por la Covid-19, está viviendo el mundo. Unido también a la teoría del caos, matizando que en todo caos hay un orden.