El próximo sábado 29 de mayo, a partir de las 13:00 h, la programación cultural de 21 Distritos trae al Centro Cultural Buenavista, Metamorfosis del arlequín.
¿Sabes de dónde proviene la figura de esta figura que concita tanto entusiasmo como recelo? Diferentes teorías la sitúan en los siglos XVI, XVII y XVIII en diversas partes del mundo. Siempre vinculado a la corte o al circo ambulante, el arlequín es también conocido por ser un bufón, un personaje gracioso vestido con traje de cuadros o rombos de colores y con un antifaz negro tapando su rostro. Ese anonimato que le brindaba la máscara le permitía ridiculizar a cuantos personajes quisiera, hacer de la burla su arma.
Con esta obra Metamorfosis del arlequín, el director Pablo Torregiani, conocido como por ser arlequín argentino, nos narra el nacimiento y el desarrollo de la máscara de la Commedia dell’Arte italiana, su incursión en las piezas teatrales breves de los siglos XVI, XVII y XVIII en todas las partes del mundo, y la influencia que ha tenido en los grandes dramaturgos de la historia, como Shakespeare, Molière, Marivaux, Lope de Vega, Goldoni.
Por otro lado, la personalidad del arlequín, más conocido como Arlecchino, puede resultar camaleónica, porque es astuto y necio, intrigante e indolente, brutal y cruel, sensual y grosero, pero a veces se muestra ingenuo. Esos parches y caras distintas se plasmaban en su carácter teatral parcheado, de ahí que con el tiempo los rombos fueran su seña de identidad. Por otro lado, su máscara negra de nariz grande y puntiaguda también atrapan al espectador.
Con el paso de los siglos, la figura que empezó como mendigo harapiento se convirtió en uno de los personajes más misteriosos de la corte y, en muchas veces, con un poder similar al del rey o los más altos dignatarios.
Si quieres descubrir esta evolución del arlequín esta es una buena oportunidad.
La actividad es gratuita, con aforo limitado a 65 personas. Las entradas empiezan a repartirse a partir de las 10:30 h, en las instalaciones del Centro Cultural Buenavista (avenida de los Toreros, 5).
¡Ríete de ti mismo como si fueras tu propio arlequín!