Desde hace tres años, en el distrito de Retiro, todos los nombres asignados a espacios municipales de nueva creación han recibido nombres de mujeres ilustres. El objetivo no es otro que minorar el déficit de nombres de mujeres en cuanto a denominación de espacios se refiere y destacar el valor del papel de la mujer en la sociedad española.

Primero, fue la científica experta en biología molecular Margarita Salas quien bautizó a la escuela infantil situada en la calle de Cavanilles 48, en el año 2020. Esta mujer, discípula del médico y científico Severo Ochoa, dedicó toda su vida profesional a impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica y la biología molecular.

Mural dedicado a Margarita Salas
Mural dedicado a la científica Margarita Salas

Un año después, en 2021, hasta en tres ocasiones, el Ayuntamiento refrendó en Junta de Gobierno la asignación de nuevos espacios municipales propuestos por el pleno del distrito. Así, el 29 de abril la plazuela situada entre las calles de Valderribas y Abtao se dedicó a la científica Gabriela Morreale. Esta química italoespañola, precursora de la endocrinología moderna en España, dedicó su vida a la investigación de las hormonas tiroideas, y al estudio del yodo y las hormonas en el desarrollo del cerebro fetal.

Un mes después, los jardines anejos al Centro de Mayores Pérez Galdós, en la avenida de la Ciudad de Barcelona número 182, recibieron el nombre de la cantante Elisa Serna, vecina del barrio de Pacífico y referente de la canción social española, fallecida repentinamente el 4 de septiembre de 2018. Serna participó en el recital fundacional ‘Canción del pueblo’, celebrado en el salón de actos del Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid y formó parte del grupo La Trágala. Tras su disolución, Elisa siguió componiendo y ofreciendo recitales por los barrios, parroquias y asociaciones.

Y, por último, en el mes de julio la zona verde situada en los números 50 y 52 de la calle de Juan de Urbieta, entre las calles de Conde de Cartagena y Antonio Díaz-Cañabate tomó el nombre de Concepción Arias y Arimón, una de las primeras mujeres que escribió sobre agronomía en el siglo XIX y una de las autoras del momento más destacada por su originalidad.

El último nombramiento que el distrito ha recibido para uno de sus espacios públicos municipales está dedicado a Jimena Quirós considerada la primera oceanógrafa española. La zona verde situada en el paseo de la Infanta Isabel número 4, llevará el nombre de esta ilustre oceanógrafa vecina además de Retiro.

Los jardines se encuentran situados en el barrio de Pacífico, que ocupa toda la fachada sur del distrito de Retiro, siendo la zona de mayor densidad de población y mayor número de vecinos jóvenes de todo el distrito.

Jimena Quirós Fernández y Tello (1899-1985) nació en Almería. Con 18 años se trasladó a Madrid para estudiar Ciencias, licenciándose con premio extraordinario, y unos meses después se convertiría en la primera mujer en embarcar en una campaña oceanográfica en España y la primera en firmar un trabajo científico en ciencias del mar. Se especializó en física y aplicó sus conocimientos al estudio del océano (estudio de las masas de agua, temperatura, salinidad, corrientes, etc.). Con tan solo 22 años, ganó por oposición una plaza en el Instituto Español de Oceanografía convirtiéndose así en la primera científica de la historia de la institución.

Con 31 años, lideró un estudio en la bahía de Santander consistente en la toma de medidas físicas y químicas dentro y fuera de la bahía, que hoy en día todavía continúa y permite estudiar los cambios en la zona con una serie histórica de datos de enorme valor.

Gracias a un proyecto de divulgación impulsado por el Instituto Español de Oceanografía con apoyo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se pudo investigar y poner en valor su historia. En España se empezó a reconocer su figura a nivel institucional en 1993 cuando se le concedió la Medalla de Plata de Galicia por sus méritos como científica de gran relevancia internacional. Pero quizá el mayor de los homenajes fue el que recibió por parte del Instituto Español de Oceanografía cuando en 2012, fue botado el buque oceanográfico que lleva su nombre y amadrinado por su hija.